La fiscal niega 'mala praxis' médica en el crimen de la joven de Parla y tacha de "inhumano" el asesinato
Contempla un atenuante en su petición de pena después de que el acusado haya depositado recientemente 165.000 euros

Una sala de Vistas de la Audiencia Provincial de Madrid

Madrid
La fiscal en el juicio del crimen de Cristina Romero, la joven que murió de 42 navajazos a manos de su expareja en Parla, mantiene la agravante de violencia de género y se ha opuesto a la tesis de la defensa que se escuda en la supuesta 'mala praxis' médica de los sanitarios que trasladaron a la chica al hospital.
El juicio por lo ocurrido la tarde del 30 de junio de 2022 en un parque de Parla concluirá este lunes con los informes finales de las partes y la última palabra del acusado.
La fiscal solicita 25 años de cárcel para el acusado por un delito de asesinato con una agravante de género por el dominio que ejercía el agresor sobre su expareja y una atenuante de reparación del daño al haber depositado recientemente 165.000 euros. Además, ha eliminado la petición de pena por un delito de maltrato en el ámbito familiar al ser menor el procesado cuando se produjeron los hechos.
En su declaración, Raúl M. O. admitió en el juicio que le "molestaba que fuera feliz" cuando él sufría una depresión tras dejar la relación, achacándola que los amigos en común le dejaran de lado a raíz de que ella colgara mensajes en sus redes sociales en contra suya.
La acusación particular eleva la solicitud de condena a 33 años de prisión mientras que la defensa rebaja la solicitud a 14 años por un delito de homicidio al negar que el crimen estuviera planeado.
La fiscal niega mala praxis médica
En su informe, la fiscal ha expuesto al tribunal de jurado que no hay duda en la autoría de Raúl conforme a la declaración del propio acusado así como al relato de los testigos presenciales. Además, se opone a la tesis de la defensa acerca de que se produjo una 'mala praxis' de los médicos que atendieron a la joven.
La fiscal defiende que la actuación de los sanitarios fue correcta, ya que no era posible trasladarla si ella se encontraba en parada cardiorrespitoria. Por ello, se le sacó de la ambulancia.
También la fiscal ha mencionado la pericial de los médicos forenses, que corroboraron que la chica murió de muerte cerebral provocada por la primera parada en al que estuvo de seis a diez minutos. "Está demostrado que el acusado es la única persona responsable de su muerte", ha aseverado la fiscal.
De igual modo, considera la fiscal acreditado las agravantes de alevosía al no poder defenderse la víctima y el ensañamiento, dado que los navajazos que le propinó en el cuello fueron mortales de necesidad al seccionarle la yugular. "El ataque fue inhumano y causó un padecimiento innecesario. Con 18 años era consciente de que iba a morir", ha dicho.
Hechos juzgados
La fiscal sostiene que Raúl y su excompañera sentimental mantuvieron una relación sin llegar a convivir juntos desde abril de 2019 hasta septiembre de 2021 cuando finalizó "tras varias idas y venidas".
Durante ese tiempo, la víctima residió junto a sus padres y a un hermano menor en una vivienda de Parla. El 24 de octubre de 2020, cuando se encontraba en compañía de su entonces pareja en la casa de una amiga de la víctima, ambos iniciaron una discusión en el baño motivada porque el acusado quería mantener relaciones sexuales.
Ella se negó, motivo por el cual le propinó un golpe en la cara. La mujer, no obstante, no fue asistida medicamento por hechos ni formulo denuncia.
Pese a que pareja dejó de tener contacto a partir de septiembre de 2021, el acusado nunca llegó a aceptar la ruptura de la relación, "llegando a merodear cerca del domicilio de Cristina y a mirar las publicaciones en redes sociales de la víctima y su nuevo novio".
Lo hacía, según la Fiscalía, "como venganza hacia ella por contar a sus amigos comunes los problemas que habían tenido durante la relación sentimental". Así, el 30 de junio de 2022, tras cerciorarse de que su expareja paseaba sola al perro de la familia por un parque cercano a su domicilio, decidió esperarla allí mismo.
Nada más verla, la atacó de manera "súbita" con la intención de causarle la muerte, "o a sabiendas de que este resultado podía producirse", y le agarró con un brazo por el cuello dándole ella la espalda mientras con el otro brazo le propinó dos puñaladas en el cuello y en el pecho
Como consecuencia de estos hechos la mujer cayó al suelo, y el acusado "con intención de aumentar el sufrimiento", siguió asestándole puñaladas hasta que en un momento logró zafarse de su agresor e intentó introducirse en la parte trasera un vehículo que había estacionado a escasos metros del lugar.
Sin embargo, Raúl le alcanzó nuevamente y continuó con la agresión hasta que la chica cayó al suelo desvanecida después de haber recibido 42 puñaladas.
La víctima fue auxiliada en ese momento por otras personas que se encontraban en el lugar, momento en que el acusado emprendió la huida hasta que fue alcanzado por agentes de Policía Nacional de Parla.




