¿A qué dioses necesitas para el cambio de hora?

Comunidad de Madrid

Con la llegada del otoño, también llega uno de los momentos más polémicos del año. Durante la madrugada del próximo sábado 25 al domingo 26 de octubre, volverá a hacerse el cambio de hora, un acontecimiento que, a menudo, desata el debate acerca de si se debe adelantar o atrasar el reloj una hora y nos hace pensar, aunque sea brevemente, en el tiempo. Por eso, la sección de esta semana irá destinada al lado mítico de este concepto.

Un dios para cada concepto del tiempo

En la mitología griega, el tiempo no sólo se concebía de una forma cronológica, sino también de una forma mucho más extendida en el tiempo, de todo lo cual se encargaban diferentes deidades. En estos términos, a menudo se suele pensar en el titán Cronos y en la sangrienta historia que le acompaña, aunque su jurisdicción solamente abarca el tiempo cronológico, aquel que podemos contabilizar y mirar en el reloj. Sin embargo, para hablar de períodos de tiempo mucho más largos, como los eones o incluso la eternidad, la mirada debe fijarse en Aión, un ser mitológico (o concepto filosófico) que, pese a formar parte de este panteón, podría proceder de la mitología fenicia.

La relación entre estos dioses puede considerarse bastante representativa, ya que, según el pensamiento griego, el tiempo lineal (Cronos) engendra vida, pero hay que sobrevivir a su voracidad; y, al mismo tiempo, si no se entiende el tiempo circular, se corre el riesgo de repetir algo eternamente.

De igual modo, dentro de este grupo, también se suele incluir a Kairós, la personificación de la oportunidad, por lo que su carácter es mucho más fugaz, siendo preciso recibirle cuando llega, ya que, si se le deja pasar de largo, nunca regresa.

El destino lo marca todo

Por otro lado, los antiguos griegos solían relacionar el concepto del tiempo con otro tanto o más importante: el destino, el cual se personificaba en las Moiras, tres diosas hermanas que gozan de un indudable respeto por parte de mortales y dioses. De hecho, cada una tenía un cometido concreto en referencia a esto, ya que una se encargaba de hilar la hebra de vida con una rueca, otra se encargaba de medirla para determinar la longitud de esta y, otra, lo cortaba.

Si quieres saber más sobre estas figuras, ¡no te puedes perder la sección de esta semana!