La nueva Ordenanza de Medio Ambiente de Colmenar Viejo, a examen con ANAPRI
Nos preguntamos si es conocida por la gente y si se cumple debidamente
La nueva Ordenanza de Medio Ambiente de Colmenar Viejo, a examen con ANAPRI
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Colmenar Viejo
En SER Madrid Norte, en nuestra sección de Naturaleza, hablamos hoy con Enrique Rodríguez-Salinas, miembro de la asociación ANAPRI (Asociación Naturalista Primilla), sobre la nueva Ordenanza Municipal de Medio Ambiente de Colmenar Viejo, un texto que actualiza la normativa local en materia de sostenibilidad, gestión de residuos y protección del entorno natural.
Aunque la preocupación por el medio ambiente pueda parecer moderna, ya en el Derecho Romano existían normas que protegían los espacios comunes frente a la contaminación. En la actualidad, la Constitución Española reconoce tanto el derecho de todos a disfrutar de un medio ambiente adecuado como el deber de conservarlo. En este marco, los ayuntamientos, como el de Colmenar Viejo, asumen un papel clave en su protección.
La ordenanza municipal aborda tres grandes áreas:
- Limpieza y gestión de residuos urbanos
- Convivencia en el medio rural —con especial atención a parcelas, caminos y al entorno natural—
- La Dehesa de Navalvillar, uno de los enclaves más valiosos del municipio.
El texto promueve una política de reducción, reutilización y reciclaje, bajo el principio de que “quien contamina, paga”. También refuerza la obligación de reparar los daños ambientales y garantiza el derecho de los vecinos a acceder a la información ambiental del Ayuntamiento.
Entre las medidas concretas destacan la limpieza obligatoria de parcelas antes del 15 de junio, la limitación en el crecimiento de setos y vegetación hacia la vía pública, y la recogida selectiva de residuos, incluyendo el contenedor de biorresiduos. Además, los grandes productores o eventos deberán cumplir requisitos específicos y asumir los costes de su gestión de residuos.
En el entorno rural, la ordenanza recuerda que el 31% del término municipal es Reserva de la Biosfera, y regula los vallados de las fincas para permitir el paso de fauna silvestre, prohibiendo elementos como el alambre de espino o materiales que distorsionen el paisaje. También establece que los caminos públicos son bienes inalienables y deben mantenerse accesibles y señalizados.
En cuanto a la Dehesa de Navalvillar, se restringe el acceso motorizado, se limita el uso de bicicletas y caballos a los caminos autorizados, y se prohíbe la caza, el uso de drones o el acceso con animales de compañía. Las sanciones por incumplimientos pueden alcanzar los 3.000 euros en los casos más graves.
La ordenanza se completa con anexos que recogen el catálogo de especies protegidas, el listado de 121 caminos municipales y los valores naturales y culturales de la Dehesa de Navalvillar, consolidando un marco normativo que busca equilibrar desarrollo y sostenibilidad en uno de los municipios más ricos en biodiversidad del norte de Madrid.

Nacho López Llandres
Desde 2005 presento el tramo local de Hoy por Hoy en la zona norte de Madrid, además de contar noticias...




