Menos becas, persianas rotas y pagos retrasados: las consecuencias de la asfixia económica de la Complutense

Madrid

La falta de financiación de la Universidad Complutense de Madrid se hace visible al pasear por el campus de Ciudad Universitaria y hablar con los estudiantes y el profesorado.

Tres estudiantes del Grado en Derecho explican que "tenemos persianas colgando, las ventanas también son una mierda, no hay aire acondicionado". Un alumno de Matemáticas que está cursando el doctorado asegura que "mientras estaba estudiando el máster se cayó el techo un día de lluvia".

Alumnos de la Facultad de Ciencias Físicas señalan que se han roto "un montón de frascos" en el laboratorio y no ven que el material se renueve. La falta de inversión en los laboratorios repercute en la calidad de la enseñanza. Explican que "eran por parejas los grupos de laboratorio y teníamos que irnos alternando entre nosotros porque solamente funcionaba una tabla de las cuatro que deberían funcionar".

Otra de las quejas del estudiantado es que "las becas en general cada vez son menos y las bolsas de dinero para las estancias son de menos cuantía".

Pagos a los profesores

Elena, profesora en la Facultad de Matemáticas, trabajó durante la PAU 2025 y, cuatro meses después, no ha recibido el pago por su trabajo. Calcula que son "unos 700 o 800 euros por profesor".

Rafa, profesor en la Facultad de Ciencias Biológicas, denuncia el retraso de pagos por parte de la Comunidad de Madrid en concepto de productividad, tampoco ha recibido la subida salarial correspondiente para los funcionarios públicos. Además, es investigador y explica que, debido a la "infrafinanciación", tanto él como sus compañeros tienen que pagar de su bolsillo para investigar. Asegura que ha llegado a adelantar 2.000 euros para un congreso y ha tardado seis o siete meses en recuperarlos.

Joan, profesor en la Facultad de Ciencias de la Información, asegura que "la precarización del profesorado la podemos ver en el proceso para que haya menos profesores funcionarios y más profesores que no lo son". Señala que no ser funcionario conlleva un salario menor, además de poca estabilidad y seguridad.