Jaime Aguilera, productor mostoleño: “Hay muchísimos prejuicios, está mal visto ser DJ”

Móstoles

Solo ha pasado un año desde que Jaime Aguilera decidió apostar por la música, pero en doce meses da tiempo a muchas cosas, a tocar muchas teclas y a sentar las bases de un proyecto. Jaime ha pasado por los micrófonos de Hoy por Hoy Madrid Oeste para poner el foco en el gran desconocido de la industria musical: el productor.

Todo empezó, exactamente, en la previa de una fiesta en casa de unos amigos. “Había una mesa de mezclas y salí de esa fiesta pensado, mañana cuando llegue a casa, me cojo una y empiezo a pinchar”, recuerda el joven. Aunque esto venía de mucho más atrás: “siempre había tenido el gusanillo. De pequeño, más que con las voces, me quedaba con las melodías”.

Ahora él crea esas melodías. Tres años después de esa fiesta, Jaime va al estudio -sin horarios- y con un programa en el ordenador empieza a tocar ritmos. Empieza probando y termina metiendo sonidos hasta que llega a la idea que tenía en su cabeza. “Depende de la melodía, meto baterías que encajan en un género o en otro”, explica. Según cuenta en la entrevista, se mueve entre el hard trance o el hard bounce.

El resultado son los llamados beats o remixes. El último que ha sacado es el del tema Alo, de Raly con Abhir: “Es lo mejor que he hecho hasta el momento”. Estos pueden escucharse en plataformas o bien en directo, a lo que el productor recalca que es importante citar la autoría, "cosa que no siempre se hace".

Jaime ya ha pinchado en una carpa de las Fiestas de Móstoles, donde ha confirmado que estará también este año, durante dos días, en las Fiestas del Dos de Mayo. También en una exposición o en una fiesta de la Sala Siroco. Un ambiente festivo que no es bien visto por todo el mundo. “La fiesta tiene prejuicios y el DJ es el que anima la fiesta, pero él va a trabajar”, reivindica el mostoleño. Y añade: “hay muchísimos prejuicios, está mal visto ser DJ”.

Pero la producción va más allá. “Hacer arte llena el corazón a todo el mundo”, dice textualmente Jaime. Así cierra su consejo, y la entrevista, para todas aquellas personas que sientan “el gusanillo” al escuchar una melodía.