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La mansión Winchester: un laberinto construido entre el duelo y la leyenda

Una obra interminable que mezcló dolor, arquitectura excéntrica y el nacimiento de una de las leyendas más inquietantes de Estados Unidos

La mansión Winchester: un laberinto construido entre el duelo y la leyenda

Alcobendas

En el corazón de San José, California, se levanta una de las edificaciones más enigmáticas de Estados Unidos: la Winchester Mystery House, una mansión victoriana convertida en símbolo del misterio y lo paranormal. Su historia comienza en 1886, cuando Sarah Winchester, viuda del magnate de las armas William Wirt Winchester, adquirió una modesta casa de campo que, con el paso de los años, se transformaría en un laberinto arquitectónico sin igual.

Durante más de tres décadas, la construcción no se detuvo. Se estima que llegó a tener 160 habitaciones, más de 10.000 ventanas, 2.000 puertas, 47 chimeneas y escaleras que conducen al techo o a paredes sin salida. Lo más curioso: no existía un plano maestro. La casa crecía de manera imprevisible, siguiendo las órdenes y la intuición de su propietaria.

Según la versión más extendida, tras consultar a un médium en Boston, Sarah Winchester habría creído que estaba siendo perseguida por los espíritus de las víctimas de los rifles Winchester, y que la única forma de apaciguarlos era construir sin descanso. Así, los obreros trabajaban día y noche levantando nuevas alas, sellando habitaciones o abriendo puertas hacia el vacío, en una obra que parecía no tener fin.

Los historiadores, sin embargo, ofrecen una lectura más racional. Afirman que Sarah Winchester, heredera de una gran fortuna y marcada por las pérdidas de su esposo e hija, pudo haber encontrado en la construcción una vía de distracción y expresión personal. Su pasión por la arquitectura, los detalles decorativos y las innovaciones técnicas —como ascensores, calefacción por vapor o vidrieras Tiffany— reforzarían esta hipótesis más terrenal.

Tras la muerte de Sarah en 1922, la mansión quedó tal como estaba: una red de pasillos, habitaciones selladas y escaleras imposibles. Poco después, abrió sus puertas al público, convirtiéndose en una atracción turística y, con el tiempo, en un mito de lo sobrenatural. Visitantes y guías han asegurado escuchar pasos, susurros o sentir corrientes de aire inexplicables, aunque los expertos atribuyen la mayoría de estos fenómenos a las condiciones propias de un edificio antiguo y a la sugestión.

Aun así, la Winchester Mystery House continúa alimentando el imaginario colectivo. Se han rodado películas, escrito libros y realizado investigaciones sobre sus misterios. Cada año recibe miles de visitantes que recorren sus corredores en busca de respuestas —o de un escalofrío.

Entre el mito y la historia, la mansión Winchester sigue siendo un espejo de las obsesiones humanas: el miedo, la culpa y la necesidad de darle sentido al caos. Y mientras sus puertas sigan abriéndose hacia lo desconocido, seguirá siendo una de las construcciones más inquietantes del mundo.

De ella hablamos esta semana en nuestro espacio de Enigmas y Misterios, con Álvaro Martín.

Nacho López Llandres

Desde 2005 presento el tramo local de Hoy por...