Suspendido el desahucio de Maricarmen, la vecina de 87 años a la que un fondo buitre quería expulsar

Madrid

Maricarmen, vecina de 87 años del barrio de Retiro, iba a enfrentarse mañana a un primer intento de desahucio tras casi 70 años viviendo en su casa. Un fondo buitre había adquirido su inmueble y pretendía romper su contrato de renta antigua -subrogado tras el fallecimiento de sus padres- y aumentar la renta en un 300%. Una situación inviable para esta vecina que cobra una pensión de 1450 euros.

Este martes, a menos de 24 horas del desahucio programado, el Juzgado que lleva el caso ha comunicado que se suspende porque las administraciones todavía no han provisto de una alternativa habitacional para ella, tal y como ha comunicado el Sindicato de Inquilinas: un primer paso para que Maricarmen se quede.

Desde el sindicato aseguran que la única solución es que Maricarmen se quede en la que hasta ahora ha sido su casa y la de su familia, en el número 46 de la calle Sainz de Baranda. "Esto no va solo de ella, sino del miedo y la inseguridad que sufrimos todas las inquilinas por culpa del rentismo, la especulación y los buitres", han apuntado.

La suspensión se produce en medio de una oleada de protestas y movilizaciones vecinales para visibilizar el caso de Maricarmen y denunciar la situación del mercado de la vivienda en Madrid. Además, la inquilina tiene una discapacidad reconocida del 50% y ahora la justicia le pide que aporte documentación adicional para revisar su caso aunque, puntualizan desde el Sindicato de Inquilinas, la moratoria de vulnerabilidad presentada por sus abogados no ha sido reconocida. "Nosotras lo tenemos claro: la alternativa jamás va a pasar por un desahucio y por una suspensión, no queremos una mudanza, queremos que Mari Carmen se quede en su casa", insistía la portavoz Valeria Racu.

El sindicato ha convocado una nueva movilización este miércoles, en el barrio de Maricarmen -calle Alcalde Sáinz de Baranda 46- para dar a conocer más detalles de su caso.

"No podemos aceptar que una vida entera se pueda tirar a la basura porque una empresa quiera hacer más dinero"

Valeria Racu, portavoz del Sindicato de Inquilinas, ha señalado en La Ventana de Madrid, que Maricarmen se siente aliviada por el suspenso del desahucio, aunque reconoce que esta es una victoria amarga.

"En parte se siente aliviada, porque sabe que no tiene que irse de su casa mañana, pero también decepcionada, porque vemos que, una vez más, esto solo es una patada hacia delante. No se ha puesto fin a su conflicto, no se ha llegado a una solución en la que pueda quedarse en su casa, sino que esta situación se va a repetir", ha explicado la portavoz.

Racu ha destacado la labor de la presión social y la movilización colectiva en esta historia, pues estas han sido las que han permitido que Maricarmen se quede, por el momento, en su casa. No obstante, la vecina madrileña corre el riesgo de volver a vivir esta situación.

"Lo que dicen las instituciones no es que este desahucio no debería tener lugar, sino que esperan a que se pueda realizar. Eso es lo que no podemos comprender ni aceptar, cómo una vida entera, 70 años, se pueda tirar a la basura simplemente porque una empresa quiera hacer más dinero", ha añadido.

Sobre la petición de los abogados de Maricarmen de suspender el desahucio por las condiciones de vulnerabilidad, la portavoz ha señalado que existe "una doble mirada". "Por un lado, sí que se reconoce que Maricarmen es vulnerable, pero no se la mete en la moratoria de desahucios vulnerables. [...] Hay pequeños detalles que nos hacen darnos cuenta de que, al final, tienes que dar pena ante las instituciones. Por encima del derecho a la vivienda para todo el mundo, lo que tienes que hacer es cumplir unos requisitos que den la suficiente pena. Estamos totalmente en contra de esa idea", ha aseverado.