Enfrentamientos y tensión en Torrelodones durante la presentación de un libro que ensalza el franquismo

Torrelodones

Tarde de tensión la de ayer en Torrelodones durante la presentación del libro La misión histórica de España, una obra que elogia la dictadura de Francisco Franco y que provocó enfrentamientos e incluso una agresión frente a la Biblioteca Municipal Juan Van-Halen.

El acto, impulsado por la Concejalía de Actividades Culturales, gestionada por Vox dentro del Gobierno local que comparte con el Partido Popular, se mantuvo finalmente en la agenda cultural del Ayuntamiento pese a la petición de la alcaldesa, Almudena Negro, para suspenderlo.

Mientras en el interior se desarrollaba la presentación, en el exterior se concentraban alrededor de cien personas, convocadas por Izquierda Unida y Más Madrid, en protesta por lo que califican de “apología del franquismo”.

Algunos manifestantes intentaron acceder al interior para impedir el acto y fueron expulsados por las autoridades. Mientras tanto, fuera se vivieron momentos de tensión y enfrentamientos. Una manifestante resultó agredida al intentar retirar una bandera con el aspa de Borgoña que un joven exhibía de forma desafiante. “Ha estado sacando una bandera antidemocrática en varias ocasiones. En una de ellas se la he intentado retirar, y mientras se la retiraba, él tenía más fuerza que yo, entonces ha tirado de la bandera y me ha dado en la cara”, relataba la mujer.

Desde Izquierda Unida, su coordinador e instigador de la manifestación, Jaime Rodríguez, acusó al Gobierno local de amparar un acto contrario a la Ley de Memoria Democrática: “Se ha autorizado una apología del franquismo que atenta contra la ley. La alcaldesa podría haber cancelado el acto y no lo ha hecho. No se puede invocar la libertad de expresión para amparar algo ilegal.”

Por su parte, Vox ha defendido la celebración de la presentación en nombre, precisamente, de la libertad de expresión: “Si tu suspendes un acto de un libro y de una libertad de expresión estas, entonces, sometiéndote a las políticas de la izquierda” afirmaba la portavoz del partido, Sonsoles Palacios, quien añadió que “la cultura no es de derechas ni de izquierdas, es patrimonio de todos los españoles”.

Un evento que, lejos de fomentar la convivencia, ha convertido un espacio público en escenario de división ideológica y fractura institucional, evidenciando, una vez más, la fragilidad política del Gobierno local y difuminando la línea entre libertad de expresión y la apología del fascismo.