La Santa Compaña: las almas que caminan en la noche
Entre el mito y la tradición, la procesión de ánimas sigue siendo una de las leyendas más inquietantes de nuestro folclore nacional

La Santa Compaña: las almas que caminan en la noche
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Alcobendas
La noche del 31 de octubre, conviene no salir solo. Porque cuando el viento sopla entre los bosques de Galicia y las campanas suenan a lo lejos, algunos dicen que puede verse una procesión que no pertenece a este mundo.
Son las ánimas de la Santa Compaña, las almas en pena que recorren los caminos mientras el pueblo duerme. Van envueltas en sudarios blancos, portan velas encendidas —aunque no ardan— y avanzan en silencio, encabezadas por un vivo, alguien condenado a guiarlas hasta que otro mortal tome su lugar.
La tradición dice que aparecen en las noches más oscuras, sobre todo cuando se acerca la víspera de Todos los Santos, lo que hoy conocemos como Halloween. Y aunque la versión gallega es la más conocida, las procesiones de muertos existen en muchos lugares: en Asturias, León, el norte de Portugal, incluso en Bretaña o Escocia. Cada pueblo tiene su nombre y su manera de describirlas… pero todas comparten la misma advertencia: no mires a la Compaña, no la cruces, no aceptes su luz.
Algunos testimonios aseguran haber olido la cera, sentido el aire helado o escuchado los rezos de esas almas que no encuentran descanso. Otros lo atribuyen a leyendas antiguas, a miedos rurales, a formas de explicar la muerte cuando la ciencia aún no tenía respuestas.
Sea como sea, la Santa Compaña sigue viva en la memoria popular: un recordatorio de que el límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos —como esa noche— puede volverse muy, muy delgado.
De ella hablamos en nuestro espacio de Enigmas y Misterios de esta semana, con Álvaro Martín.

Nacho López Llandres
Desde 2005 presento el tramo local de Hoy por Hoy en la zona norte de Madrid, además de contar noticias...




