Esta es la conexión entre la ciencia y la mitología que no conocías

Comunidad de Madrid

La ciencia es un campo que se mantiene en constante progreso. En los últimos años, han sido muchos los avances que se han conseguido en diversos campos, mejorando con ello la calidad de vida de las personas y alimentando el conocimiento general. Sin embargo, aunque este sea un mundo directamente ligado a las demostraciones y los hechos, guarda cierta relación con la mitología, especialmente la grecolatina.

Son muchos los fenómenos que, tiempo atrás, se consideraban obra de seres sobrenaturales y que, ahora, cuentan con una explicación científica, pero eso no significa que no puedan quedar curiosos relatos relacionados con corazones rotos y castigos divinos. Un claro ejemplo puede ser el del eco, un fenómeno acústico basado en una repetición de un sonido causada por el reflejo de las ondas sonoras en un obstáculo, que provoca que el sonido original rebote y regrese al oído del emisor. El relato mitológico que lo explica es el de la ninfa Eco y un vanidoso joven llamado Narciso.

Narciso era un joven de gran belleza que llegó a hacerse con el corazón de múltiples mujeres y hombres, pero siempre les rechazó. Sin embargo, un día, cuando andaba cazando por el bosque, la ninfa Eco, que ya anteriormente había sido castigada y condenada a repetir sólo las palabras de los demás, le vio y también cayó presa del amor, pero, al no poder tomar la iniciativa, se dedicó a seguirle. Desafortunadamente, acabó pisando una rama, haciendo que Narciso se alertara; el joven pregunto “¿hay alguien aquí?”, a lo que enseguida escuchó un “aquí, aquí”. Eso dio paso a una conversación escrutadora que acabaría con Eco saliendo al encuentro de Narciso y sufriendo su rechazo, quedando con el corazón roto hasta el punto de retirarse a una cueva y consumirse ahí, quedando tan sólo su voz.

Por otro lado, la biología y la medicina también cuenta con más de un nombre relacionado con el mundo mítico, pudiendo encontrar entre los distintos nombres el del titán Atlas, o el dios Morfeo, aunque en la química, por ejemplo, también se Encuentra Mercurio; incluso los demonios participan en los asuntos científicos.

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