Las escuelas florecen con un nuevo proyecto que lleva la jardinería a las aulas

Miraflores de la Sierra

En el espacio de Botánica de esta semana, con Óscar Domínguez, hablamos de una iniciativa que florece, nunca mejor dicho, en varias escuelas de nuestra comunidad. Se trata de Las Escuelas Floridas, un proyecto desarrollado por un equipo multidisciplinar que busca llevar la jardinería ornamental a los centros educativos. Aunque la propuesta aún está en fase de desarrollo, ya ha echado raíces en algunos colegios, y sus primeros resultados invitan al optimismo.

Hasta ahora, la mayoría de las escuelas contaban con huertos escolares dedicados al cultivo de hortalizas, pero muy pocas habían incorporado jardines participativos de flores. Esta nueva propuesta da un paso más allá: los alumnos no solo aprenden a cultivar, sino también a disfrutar de la belleza que ellos mismos crean. La idea es mantener flores durante todo el año, lo que permite trabajar tanto dentro del aula como en el exterior, fomentando la continuidad y el contacto con la naturaleza.

Óscar Domínguez destaca que uno de los objetivos del proyecto es suplir lo que él denomina “la generación perdida de la cultura de jardín”: niños y jóvenes que crecieron sin aprender sobre plantas ornamentales porque sus padres tampoco lo hicieron. Con esta iniciativa, la escuela recupera ese vínculo, enseñando a cuidar la naturaleza como parte de una cultura de cohesión social.

Entre los beneficios más interesantes está la promoción de la biofilia, ese amor innato hacia la naturaleza que, según Óscar, se ha ido perdiendo. “Cada vez veo más casos de biofobia, ese miedo a lo natural, a lo que pincha o pica”, comenta. Los jardines floridos no solo embellecen el entorno, sino que atraen mariposas y polinizadores, creando pequeños ecosistemas dentro de los colegios.

Inspirados en ejemplos de países como Francia, donde existen concursos entre colegios para premiar los centros más ajardinados, el equipo organizador también contempla la implicación de padres y abuelos en el diseño y mantenimiento de los jardines. Una forma de unir generaciones en torno a un mismo propósito: devolver las flores a las escuelas y, con ellas, el contacto directo con la vida natural.