ATA y las nuevas cotizaciones: ¿Cómo afectan a la jubilación de los autónomos?


El Gobierno y las principales asociaciones de autónomos, entre ellas ATA, han mantenido durante este mes de octubre negociaciones sobre la actualización de las cotizaciones de autónomos para 2026. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha presentado ya una segunda propuesta, tras el rechazo a la primera, con el objetivo de suavizar las subidas y lograr un consenso antes de que finalice el año.
Segunda propuesta: congelar la cuota a los que menos ganan y aplicar subidas mínimas al resto
La nueva propuesta del Ministerio, anunciada el pasado 20 de octubre a los agentes sociales, plantea mantener congeladas las cuotas de los autónomos con rendimientos netos de hasta 1.166,7 euros mensuales y aplicar incrementos de entre 2,9 y 14,75 euros al mes para el resto de tramos. Esto supone una subida de entre el 1 % y el 2,5 % de las bases de cotización para 2026.
Esta rectificación sustituye a la propuesta inicial, retirada tras el rechazo de las asociaciones, que preveía aumentos mayores. Con la nueva fórmula, los autónomos de menores ingresos verán congeladas sus bases y seguirán pagando cuotas entre 200 y 260 euros al mes, mientras que los tramos medios e intermedios se moverán entre 293,91 y 474,3 euros, y los de mayores rendimientos alcanzarán hasta 604,75 euros mensuales.
Sin embargo, esta reforma sigue en proceso de negociación y habrá que seguir esperando a que se llegue a un acuerdo final entre todas las partes. El cambio deberá ser convalidado en el Congreso de los Diputados, ya que el sistema de cotización de los autónomos, regulado por el Real Decreto-ley 13/2022, tiene rango de ley.
Un sistema basado en ingresos reales
Desde 2023, el régimen vigente de los autónomos se basa en cotizar por los ingresos reales. Esto significa que cada trabajador por cuenta propia declara sus rendimientos netos y se encuadra en uno de los 15 tramos de cotización establecidos, eligiendo dentro de cada tramo una base mínima y máxima.
Cómo afectan las nuevas cotizaciones a la jubilación
El impacto del nuevo sistema sobre la jubilación de los autónomos dependerá, en gran medida, del tramo de ingresos y de la regularidad de las aportaciones. La base de cotización sigue siendo la referencia fundamental para calcular la pensión, y las subidas repercutirán en la cuantía final de las prestaciones.
Los expertos coinciden en que este modelo mejora la sostenibilidad del sistema, pero advierten de que muchos autónomos con bases bajas podrían recibir pensiones reducidas si no complementan su ahorro. En este sentido, reforzar el ahorro individual y empresarial se convierte en una herramienta esencial para asegurar el bienestar económico y la tranquilidad tras cesar de manera permanente la actividad laboral.
El papel de ATA y el impulso al ahorro complementario
Más allá del debate sobre las cuotas, ATA ha sido una de las organizaciones más activas en promover medidas para reforzar la protección social de los autónomos. En colaboración con VidaCaixa, ha impulsado el Plan de Pensiones de Empleo Simplificado ATA, el primer plan colectivo destinado exclusivamente a trabajadores por cuenta propia.
Este instrumento permite realizar aportaciones voluntarias de hasta 4.250 euros anuales, adicionales al límite general de 1.500 euros, y cuenta con ventajas fiscales específicas. Además, ofrece comisiones más bajas que los planes individuales, inversión responsable con criterios sociales y medioambientales, y un diseño pensado para acompañar a los autónomos durante toda su vida laboral.
Los planes de pensiones para autónomos se consolidan así como una alternativa eficiente para complementar la futura pensión pública, especialmente en un contexto donde la esperanza de vida es cada vez mayor.




