La destitución de María Luz Cortés agrava la crisis política en el Gobierno de Colmenarejo

Colmenarejo

Colmenarejo vive un nuevo episodio de inestabilidad política. El pasado viernes, 31 de octubre, el alcalde del municipio, Fernando Juanas, retiró todas las delegaciones a la concejala María Luz Cortés, a quien ya retiró hace un mes la responsabilidad del área de Mayores, argumentando que “no venía a trabajar”, del mismo modo, según sus propias palabras, que ya había ocurrido con el edil José Jorge Martín.

La decisión supone la segunda destitución en apenas un mes dentro del Ejecutivo local y refuerza la sensación de fractura que atraviesa el Gobierno de Partido Popular y antiguos socios locales. Ambos concejales, Martín y Cortés, habían mostrado en los últimos plenos su desacuerdo con la gestión del alcalde, especialmente en torno al contrato del suministro eléctrico y a la falta de diálogo en la toma de decisiones.

El propio José Jorge Martín calificó recientemente el estilo del regidor como “prepotente y dictatorial”, denunciando que las discrepancias se castigan con la pérdida de competencias. En una publicación difundida tras el pleno del 30 de octubre, el exresponsable de Hacienda recordaba que “el talante se demuestra con hechos, no con palabras”, y aseguraba que las críticas, tanto de vecinos como de concejales, “suelen traducirse en bloqueos o desprecios”.

La destitución de Cortés llega, además, tras el intento fallido del alcalde de reincorporar al Ejecutivo a Jesús Castro Merino, representante de Partido Local Colmenarejo (PALCO), quien rechazó la oferta alegando que “el equipo de Gobierno está roto” y que “no se ha levantado ni una acera ni un bordillo” en todo el mandato.

Con apenas cinco concejales fieles en su equipo y una oposición cada vez más cohesionada, la maniobra de Juanas parece haber acusado la soledad política del regidor.