Dioses de la paz, los grandes desconocidos de la mitología
Irene, Forseti y Mitra son algunos de los ejemplos menos conocidos asociados con la paz, aunque todos gozaron en sus respectivas culturas de un gran respeto
Dioses de la paz, los grandes desconocidos de la mitología
Comunidad de Madrid
La paz es un concepto que todos tenemos en mente, pero que, actualmente, parece ser una realidad cada vez más esquiva en gran parte del mundo, incluso en internet. Sin embargo, ha sido un concepto muy apreciado en las diferentes culturas existentes a lo largo de la historia, dejando como testimonio figuras como Irene, Forseti y Mitra, todas ellas muy veneradas en el pasado.
No se puede pasar por alto el hecho de que la mitología suele estar plagada de historias estrechamente relacionadas con la guerra y con los conflictos, ya sean personales o entre particulares, pero lo cierto es que también existen deidades y personajes cuyo fin es lo contrario. Por ejemplo, en Grecia y Roma podemos encontrar a Irene y Pax, ambas personificaciones de la paz y consideradas como una de las Horas, si bien, parecen haber sido los atributos de la segunda los que más han parecido perdurar en el tiempo, ya que, en parte, es de ella de quien se ha heredado símbolos tan reconocidos como la rama de olivo. Aunque tampoco se puede ignorar la presencia de la paloma, relacionada con al relato bíblico de Noé y el Diluvio Universal, pero popularizada en el siglo XX gracias a Pablo Picasso.
Por otro lado, en la mitología nórdica no sólo se puede hablar de un dios relacionado con la paz, sino de dos, ya que, por un lado, existe Baldur, pero también se debe prestar atención a su hijo Forseti, considerado el dios más sabio y elocuente de los dioses de Asgard; y presidía las disputas resolviéndolas mediante la mediación, siendo, por tanto, la contraparte del dios de la guerra, Tyr.
Finalmente, Persia también cuenta con una figura bastante bien considerada en su momento, de quien, además, dependía el derecho a gobernar de un rey: Mitra. Asociado con los pactos, la amistad y el orden cósmico. Asimismo, era el protector de los fieles y guía hacia la verdad, aunque no debe tomarse como un ser cándido y tranquilo, ya que se le veía como el guerrero más poderoso contra las fuerzas de la obscuridad; y tampoco se lo pensaba dos veces si un rey no era justo, ya que, según la tradición, si se daba el caso, el dios retiraba su gracia para otorgársela a alguien que fuera más merecedor de ella.
Si quieres conocer más en profundidad a estos dioses, ¡no te pierdas la sección de esta semana!