El nacimiento de Frankenstein: cómo una tormenta, un verano perdido y una joven escritora cambiaron la historia de la literatura

Alcobendas

En el espacio de Enigmas y Misterios de esta semana, Álvaro Martín nos invita a un viaje literario y cinematográfico para explorar los orígenes, el impacto y la eterna vigencia de ‘Frankenstein’, la obra inmortal de Mary Shelley. Empezando con una reflexión sobre las adaptaciones modernas de clásicos, destacando la reciente versión dirigida por Guillermo del Toro. La cinta ha sido celebrada por su poderoso universo visual y su minucioso cuidado estético, aunque no ha estado exenta de críticas por alejarse de la esencia del texto original.

La célebre visión de Mary Shelley

El germen de ‘Frankenstein’ surgió en 1816, conocido como el “año sin verano”, cuando la erupción del volcán Tambora provocó un clima anómalo en Europa. En medio de tormentas constantes y cielos oscurecidos, Mary Shelley, acompañada por Byron y Percy Shelley, pasó una temporada en Villa Diodati, donde surgió la idea de escribir relatos de terror. Fue allí donde Shelley tuvo la célebre visión que inspiró la historia del creador y su criatura.

La novela, influida por el pensamiento de Rousseau y Locke, así como por las inquietudes científicas de la época, planteó reflexiones pioneras sobre la ética de la creación, la responsabilidad del científico y los límites del progreso humano. Elementos que continúan vigentes y que la nueva versión de Del Toro aborda desde una óptica emocional y contemporánea.

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Más de dos siglos después, ‘Frankenstein’ sigue siendo un referente cultural y filosófico. Su mezcla de ciencia, miedo y humanidad continúa generando debates, demostrando que la criatura imaginada por Mary Shelley sigue tan viva como cuando fue concebida en aquella tormentosa noche suiza.