Ocho grabadores plasman la Sierra en una de las exposiciones de diciembre de Colmenar Viejo
La muestra, compuesta por 40 obras realizadas por el grupo Trazo Colectivo, puede encontrarse en la Sala Picasso del Centro Cultural del jueves 4 al martes 30 de diciembre

Obra integrada en la exposición de ‘Equilibrio constructivo’, de Ángel Hernández Pérez y Javier Bravo Izquierdo

Colmenar Viejo
El Centro Cultural ‘Pablo Ruiz Picasso’ de Colmenar Viejo se llena de nuevas exposiciones para este mes de diciembre. Del jueves 4 al martes 30, en la Sala Picasso se podrá encontrar la exposición ‘Grabadores de la Sierra’, compuesta por 40 trabajos realizados por el grupo Trazo Colectivo y dedicada a la obra gráfica en diferentes técnicas de grabado.
El grupo Trazo Colectivo reúne a ocho grabadores (cuatro de Tres Cantos y cuatro de Colmenar Viejo) con una trayectoria reconocida en el ámbito del arte y la obra gráfica. Su unión responde al deseo de visibilizar y fortalecer el trabajo de los grabadores de la Sierra, impulsados tanto por la proximidad geográfica y la memoria de haber compartido una misma población en el pasado, como por el entusiasmo de explorar y expresar, a través de las técnicas de las artes gráficas, la riqueza de su lenguaje artístico.
Por su parte, dentro de las técnicas con las que se ha elaborado esta muestra, se podrá encontrar el grabado en colografías y las monotipias y la serigrafía en papel.
Por otro lado, hasta el 30 de diciembre, el Vestíbulo del centro acoge ‘Equilibrio constructivo’, exposición destinada a incitar al público a la reflexión en un juego de dualidades que se enfrentan y, a la vez, mantienen su equilibrio, con colores que se oponen, frialdad y calidez, y una frontera poco definida entre escultura y pintura. Se trata de una muestra que recoge treinta formas geométricas creadas por Ángel Hernández Pérez, artista contemporáneo especializado en la madera, y Javier Bravo Izquierdo, que transforma materiales reciclados en composiciones críticas y provocadoras.
En esta exposición, ambos artistas buscan simplificar y despojar su lenguaje de lo representativo, creando composiciones abstractas que invitan a disfrutar de una experiencia intensa y difícil de verbalizar.




