Primera imputación a un fondo buitre por acoso inmobiliario hacia los vecinos de Tribulete 7, en Madrid

Madrid

El Juzgado de Instrucción número 17 de Madrid ha admitido a trámite una denuncia colectiva e imputa por primera vez a un fondo de inversión, Elix Rental Housing, por un supuesto delito de acoso inmobiliario. Tras más de un año de lucha, los vecinos de Tribulete 7, en Lavapiés, presentaron la primera querella colectiva en España por este tipo de prácticas ilegales y, ahora, la Justicia les ha dado la razón y va a investigar a altos cargos del fondo.

"El juzgado ha entendido que los indicios que hemos apartado son suficientes como para citarles como investigados", explica Alejandra Jacinto, abogada del Sindicato de Inquilinas. "Esperamos que se haga justicia. Al menos, que se investigue y que, mientras tanto, el fondo se corte un pelo a la hora de hacer la vida imposible a estos vecinos y vecinas. Al final, ellos estaban viviendo en Tribulete 7 tranquilamente hasta que este fondo de inversión compró el edificio y ha decidido sustituirles por otros que sean más rentables a futuro".

Desde que la socimi adquirió el edificio, con la intención de expulsar a los inquilinos, estos llevan más de un año soportando obras invasivas, cortes de suministros y hasta goteras y desprendimientos de techo. Ahora, se muestran esperanzados pero recuerdan que su situación no ha mejorado. "Hay indicios más que suficientes para entender que hay acoso, que hay hostigamiento, que hay daño sobre sus propios bienes pero que también hay una afectación en su salud física su salud mental", señalaba Alejandra Jacinto esta mañana durante una rueda de prensa para ofrecer más detalles sobre el caso. "El delito inmobiliario es un delito que está subsumido dentro de los delitos contra la integridad moral".

El acoso inmobiliario sigue

"Estamos contentos con que el proceso esté avanzando y no perdemos de vista que, al final, es como un pequeño hito dentro de esta lucha que es gigante, por eso estamos esperanzados. Sin embargo, también es cierto que seguimos vivienda en las mismas circunstancias: las obras continúan y las incomodidades siempre están ahí", admite Cristina Gómez, una de las vecinas de Tribulete. "Estamos contentos porque la denuncia se ha admitido a trámite, pero las fuerzas empiezan a flaquear".

El próximo 19 de febrero serán citados a declarar como investigados tanto la propiedad de la socimi, Elix Rental Housing, su gestora, dos trabajadores del fondo, así como el arquitecto y el jede la obra del inmueble. "Desde nuestro punto de vista, ellos son posibles responsables porque hay que recordar que este delito de acoso inmobiliario, sobre todo, se está se está ejecutando a través de realizar obras insoportables que les impidan a los vecinos hacer uso legítimo de su vivienda", añade Jacinto.

A lo largo del último año, los inquilinos han organizado acciones tan llamativas como convertir sus viviendas en un auditorio, sacar los muebles a la calle o protagonizar un funeral simbólico “por la muerte de los barrios”, con la banda Biznaga tocando desde los balcones.