La Fiscalía investiga el posible uso de agua ilegal y potable en el campo de golf de La Moraleja en Alcobendas
La Plataforma Ecologistas Madrileña señala la diferencia entre el agua autorizada y el agua que necesita el riego de esta instalación de la lujosa urbanización

Mari Ángeles Nieto, portavoz de la Plataforma Ecologista Madrileña, que denuncia el posible uso de agua ilegal y potable en el campo de golf de La Moraleja en Alcobendas
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Alcobendas
La Asociación Ecologistas del Jarama ‘El Soto’, integrada en la Plataforma Ecologista Madrileña, presentó hace más de 20 años una denuncia contra la empresa Golf Park Entertainment de Alcobendas por la extracción ilegal de agua subterránea para el riego de las praderas del campo de golf de La Moraleja. Entonces señalaron la existencia de pozos clandestinos que carecía de autorización, que no se legalizan “para no pagar el agua”.
El caso vuelve a la actualidad por una investigación que está llevando a cabo la Fiscalía sobre extracciones de agua en pozos ilegales. La portavoz de los ecologistas, María Ángeles Nieto, señala la pasividad del Ayuntamiento de Alcobendas ante un consumo de recursos hídricos, que, cree, es difícil de justificar en plena crisis climática. La nueva denuncia se basa, ha explicado, en la diferencia entre las necesidades hídricas del campo de golf, de 29.000 metros cúbicos anuales, y el permiso de la Confederación Hidrográfica para extraer solo 7.000 metros cúbicos. Esta diferencia demuestra para los ecologistas que siguen funcionando pozos ilegales, “desde los que se suministra agua de alta calidad y sin coste”. Nieto acusa a los gestores de emplear incluso agua potable de la propia red de abastecimiento del Canal de Isabel II.
La Plataforma Ecologista Madrileña afirma que el Canal de Isabel II se niega a facilitar los datos de consumo de agua con destino a esta instalación, incluso con una resolución de febrero de 2023 del Consejo de Transparencia que le obligaba a facilitar toda la información sobre el consumo de los 29 campos de golf asentados en la región. Estas instalaciones consumirían, según estimaciones a la baja, 8,6 hectómetros cúbicos de agua.
Los ecologistas han afirmado que estos abusos en el consumo de agua están en el origen de la desecación crónica de algunos cauces de ríos madrileños. En concreto, hablan del tramo alto del río Guadalix, el río Perales o el Lozoya, en Alameda del Valle, que acaban secos varios meses al año, y, por tanto, sin vida acuática.

David Guerrero
Periodista en la Cadena SER desde 2003, dirijo los informativos y contenidos de SER Madrid Sur y SER...




