Una fábula ética en el Museo Nacional de Antropología

Madrid

Tienen hasta el 25 de enero para visitarla. Nada más entrar, se sumergirán en el mundo alternativo que ha creado Marina Núñez en "Tantos mundos en este". Es una muestra sensorial, inmersiva. Hay música de fondo compuesta exprofeso por Luis de la Torre; hay instalaciones audiovisuales; hay esferas de cristal con tallas en láser; hay un relato escrito por la comisaria de la muestra, Isabel Durán, que nos traslada a un mundo utópico del año 125.025... Pero gran parte de la obra no está colgada en las paredes sino que está en el suelo: de manera que vamos andando y vamos pisando las casi trescientas baldosas cerámicas impresas digitalmente, cada una con una imagen de nuestro entorno, de la tierra, vista desde el aire. Juntas crean un enorme mosaico con una silueta humana en el centro. Es una metáfora: vamos pisando la tierra que habitamos.

Mensaje final

Toda la muestra nos conduce a una reflexión final: la crítica a la sobreexplotación de los recursos naturales y la convicción de que un mundo mejor, más sostenible, más justo, más respetuoso con todo y con todos es posible.

La artista Marina Núñez comenta que esta exposición se ha hecho específicamente para ser expuesta en el Museo Nacional de Antropología porque habla de la relación que hay entre el ser humano y la Tierra. "Es una relación de contigüidad, de continuidad y de pertenencia. No somos diferentes al medio ambiente en el que vivimos", prosigue Núñez, "de hecho, somos uno con la Tierra y con el Universo. Como decía Carl Sagan, 'somos polvo de estrellas'".