València tiene una deuda con el paseo de la Alameda

València

Durante muchos años el paseo de la Alameda ha sido espacio para acontecimientos, musicales y deportivos, también lugar de reivindicaciones y protestas. Eso sí, en contadas ocasiones a lo largo del año. El resto días, un aparcamiento, un gigantesco aparcamiento. Lejos queda ese lugar destinado al paseo y el esparcimiento de hace 100 años, cuando en la ciudad solo había caballos y calesas.

De eso se trata, de recuperar aquella identidad como lugar para el paseante. Urge por tanto una peatonalización, urge la eliminación del coche. Posibilidades, muchas, se trata de encontrar la mejor. Y es que el lugar permite imaginar cualquier cosa, un gran parking subterráneo, incluso un gran intercambiador de autobuses bajo tierra aprovechando la cercana red de metro. La historia de espacio, y su riquísimo arbolado, merecen una solución ambiciosa, alejada de intervenciones de urbanismo táctico, de peatonalizaciones blandas. Sin duda València tiene una deuda con la Alameda. Ojalá estemos todos a la altura.