El sindicato JUCIL denuncia que el 30% de los guardias civiles en Llombai está de baja por depresión

València

La asociación profesional de guardias civiles, JUCIL, ha denunciado este fin de semana que el 30 por ciento de los agentes del cuartel de LLombai están de baja por depresión. Aseguran que la incorporación hace pocos años de un nuevo oficial al mando de ese puesto ha aumentado el estrés laboral y reclaman a la delegación del gobierno que tome medidas para garantizar un ambiente laboral favorable para la plantilla.

Según informa JUCIL, en estos momentos hay 9 agentes de baja laboral por depresión, de una plantilla de 37 efectivos, lo que "resta efectividad" ante cualquier emergencia. El portavoz del sindicato, Luis Miguel Martínez, señala que los efectivos "tienen una mayor carga de trabajo con una organización de los servicios manifiestamente mejorable, ya que en la actualidad los agentes se tienen que responsabilizar a la vez de la atención a los ciudadanos en la oficina de denuncias, de la protección y seguridad del acuartelamiento, de supervisar los calabozos y de la atención telefónica". Habla incluso de acoso psicológico y pide a la delegada del Gobierno, Gloria Calero, que tome medidas.

Afirma que con solo 37 agentes "no se pueda cumplir con los servicios y tareas de seguridad de manera adecuada, ni atender los requerimientos de la ciudadanía en Catadau, Alfarp, Llombai, Real, Montroi, Dos Aguas y Montserrat".

En un comunicado, informa de que el pasado 30 de abril remitió un escrito al coronel jefe de la Comandancia de Valencia solicitando la activación de un "protocolo de actuación frente a un presunto caso de acoso laboral continuado y que permita aclarar en qué condiciones se trabaja en este acuartelamiento" pero hasta ahora, señala, no han recibido respuesta.

Más carga de trabajo

El sindicato señala que los efectivos "tienen una mayor carga de trabajo con una organización de los servicios manifiestamente mejorable, ya que en la actualidad los agentes se tienen que responsabilizar a la vez de la atención a los ciudadanos en la oficina de denuncias, de la protección y seguridad del acuartelamiento, de supervisar los calabozos y de la atención telefónica".

"Esta sobrecarga de funciones supone un estrés laboral que ha conducido a varios compañeros a causar baja médica y se hace necesario adoptar medidas en materia de prevención y de buena salud laboral", señala JUCIL.

Ante esta situación, insta a la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero, y al coronel jefe de la Comandancia de Valencia, José Antonio Fernández de Luz, a que "analicen el caso y las condiciones en las que trabajan los compañeros en el puesto principal para corregir esta situación".

Para ello, solicita que pongan en marcha, "si fuera necesario", las "oportunas medidas preventivas y así contar con un entorno laboral favorable para la plantilla", y recuerda que el acuartelamiento de Llombai es el segundo puesto más importante de la Guardia Civil en la provincia de Valencia.

JUCIL recuerda que desde hace tiempo critica cómo la falta de 466 guardias civiles en su plantilla ahonda los problemas de seguridad de las áreas rurales de la Comunidad Valenciana, e indica que en la provincia de Valencia "hay 3.490 efectivos y no se han cubierto hasta el momento 229 vacantes".