Los vecinos denuncian que, 15 años después de la explosión de la subestación de Patraix, todo sigue igual

València

Quince años después de la explosión de la subestación eléctrica de Patraix, que dejó numerosos daños materiales aunque afortunadamente ninguno personal, los vecinos denuncian que nada ha cambiado. La subestación sigue en funcionamiento, las personas que viven en el barrio continúan con el miedo en el cuerpo y las promesas de cambiarla de ubicación no se traducen en hechos. Para pedir soluciones urgentes, los vecinos de Favara han convocado este lunes una cacelorada en la que van a exigir el desmantelamiento de esta infraestructura.

El 15 de mayo de 2007, se produjo una explosión dentro de la subestación eléctrica de Patraix, que se acababa de poner en funcionamiento pese a las continuas quejas de los vecinos, que venían meses denunciando la cercanía a las viviendas. La entonces alcaldesa Rita Barberá, como respuesta a lo ocurrido, ordenó el precintado de la planta, pero año y medio después los tribunales permitieron reabrirla.

"Los peligros son los mismos"

La presidenta de la asociación de vecinos de Patraix, Toña Escorihuela, afirma que desde entonces nada ha cambiado: los peligros siguen siendo los mismos y, pese a las continuas quejas, la subestación sigue en funcionamiento.

En estos años el Ayuntamiento sí que ha avanzado en el entorno, y ha construido varias zonas verdes en los solares aledaños con la subestación, pero los vecinos siguen reclamando su cierre definitivo y que se traslade a otro lugar. Escorihuela insiste en que están cansados de promesas y pide al consistorio valenciano y a Iberdrola que actúen rápido para evitar otro susto.

Los vecinos recuerdan que, pese a que una sentencia permitió reabrir la subestación, otra posterior, del año 2015, dejó sin efecto la primera y concluyó que la actividad de esta infraestructura es peligrosa para el barrio.