L-10: algo más que la entrada en servicio de una línea de metro

València

Siempre es una gran noticia que se ponga en marcha un nuevo servicio de transporte público en València porque permite mejorar la  accesibilidad entre los barrios, porque contribuye a descarbonizar.

Sin embargo, la entrada en servicio de la línea 10 es algo más que un logro en la movilidad de la ciudad. Tiene una gran carga simbólica. ¿Por qué? Pues porque es la primera gran infraestructura que el Botànic pudo acometer tras unos primeros años en los que apenas ejecutó obra pública por los problemas económicos que arrastraban las arcas de la Generalitat. Porque es una obra ha estado salpicada por el infortunio, primero con la paralización por la falta de dinero en 2011, después con la inundación del túnel por las lluvias y las bochornosas imágenes que trascendieron.

Pero aquello es ya historia y ahora toca felicitarnos y reconocer el esfuerzo de la administración pero también por las empresas constructoras y sus profesionales, los de la última etapa, pero también los que trabajaron en la primera.