El especial encanto que alguna vez tuvo el acuario de la Plaza Nueva de Alicante
La Columna de Carlos Arcaya: «El especial encanto que alguna vez tuvo el acuario de la Plaza Nueva»
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Alicante
No dudo de que la reforma de la Plaza Nueva no vaya a servir para mejorar este espacio público. Con su pérgola, su ágora y con la reforma de aceras, mejorando su accesibilidad y la estética del entorno.
Pero el denominado Acuario Mediterráneo, cuando tenía peces y estaba bien cuidado -no en la actualidad, con una anodina pantalla de televisión-, a mi juicio, tenía un encanto especial y era un atractivo para pasar por esa zona. Supongo que muchos visitantes han plantado su cara frente a sus cristales redoblados y han pasado un buen rato viendo meros, doradas, morenas... Y muchos alicantinos, por unos motivos o por otros, manteníamos una cierta vinculación sentimental. Era un lugar singular.
Habrá quien piense que era una excentricidad que encima nos costaba una pasta, pero, bueno, tampoco es que la ya conocida como Calle de las Setas no se salga de los cánones de la estética urbana más convencional y ahí va a seguir.
Y todo esto lo digo sin entrar en valoraciones arquitectónicas y esperando que se acierte con la reforma, lo que redundará en que haya vida en la plaza y en que todo el centro tradicional, con las nuevas calles peatonalizadas y con nueva imagen urbana, por fin, tenga la funcionalidad y la estética que merece esta zona emblemática de la ciudad.