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Edificios prefabricados a prueba de desastres naturales y amenazas terroristas

Un proyecto PREBUST, desarrollado por investigadores de la Universitat Politècnica de València, presenta los resultados de unos ensayos pioneros en todo el mundo para mejorar la seguridad de edificios construidos con estructuras prefabricadas

Entrevista Ventana (30-05-2022) Jose Miguel Adam

València

José Miguel Adam, Investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón (ICITECH) de la Universitat Politècnica de València ha explicado que "se ha construido el primer edificio-probeta prefabricado, a escala real, para analizar la posible propagación de fallos en su estructura provocados por eventos extremos".

Se trata de un edificio, construido en terrenos de la empresa LIC, la empresa valenciana Levantina. Ingeniería y Construcción, en  Alberic, que se construye como único fin de ser objeto de ensayos, en situaciones que siempre están controladas... Los ensayos realizados han sido financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación

Los edificios están cada vez más expuestos a las  consecuencias de situaciones extremas causadas por el cambio climático, amenazas terroristas, su propio envejecimiento, o un mantenimiento y conservación inadecuados. Y en el caso de las estructuras prefabricadas, todavía más. Estas construcciones siempre han estado lastradas por su mayor vulnerabilidad frente a eventos extremos, y es que, al estar formadas por componentes que se unen en obra, son especialmente sensibles a la propagación de fallos y al colapso total.

Según ha explicado en La Ventana José Miguel Adam " los resultados obtenidos en los últimos ensayos demuestran que, con diseños “low cost, las estructuras prefabricadas pueden ser igual de seguras que el resto, lo que permite aprovechar sus ventajas de sostenibilidad, economía y calidad, al añadir una mayor seguridad"

En un edificio, un colapso progresivo ocurre "cuando un fallo en una parte del mismo inicia un efecto dominó, que lleva a un colapso completo, ocasionando graves pérdidas humanas y materiales".

El edificio-probeta ha sido monitorizado con sensores de última generación, en concreto: galgas extensométricas para monitorizar la deformación dentro del hormigón; y captadores de desplazamiento y acelerómetros, tanto eléctricos como de fibra óptica. Además, se han utilizado también diferentes cámaras, tanto convencionales como de alta velocidad, para evaluar y visualizar la respuesta del edificio.

Esta investigación continúa la línea abierta con la financiación de una Beca Leonardo de la Fundación BBVA en el año 2017, y va más allá al trabajar con una tipología constructiva que históricamente se ha considerado como más vulnerable frente a eventos extremos.

Inma Pardo

Inma Pardo dirige y presenta los sábados el programa...