Manuel Carrasco emociona con su canción para Elche
El cantante repasó en una canción compuesta para Elche algunas de las señas de identidad de la ciudad
Manuel Carrasco canta una canción compuesta para Elche
Elche
Manuel Carrasco actuó anoche en el aparcamiento de la Universidad Miguel Hernández de Elche para más de 6.000 personas dentro de su gira La Cruz del Mapa. El cantante onubense, que no actuaba en la ciudad desde 2014, repasó algunos de sus temas más reconocidos ante un público entregado. Pero el momento más especial del concierto llegó a la hora de despedirse cuando Carrasco cantó con su guitarra un tema que ha compuesto para Elche en el que repasó sus señas de identidad como El Palmeral, el Huerto del Cura, el Misteri d'Elx, el Domingo de Ramos o la Dama de Elche, sobre la que reclamó su regreso a la ciudad.
Letra de la canción:
El Palmeral, ¡qué belleza!
No he visto otra cosa igual.
Con amor se fue regando
patrimonio ilicitano y toda la humanidad.
Y allí en el Huerto del Cura,
con su Palmera real
deja que te lleve al huerto
tú me besas yo te beso y el amor será Imperial
Y en el Domingo de Ramos
de cada Semana Santa,
en el fervor de la gente
Elche está presente porque está la Palma Blanca.
Trabajando en el calzado,
en silencio cuántas horas,
una vida en el pedal
y en Elche se echaba andar gracias a las aparadoras.
Y entre dátiles y granadas,
Carabassí y Arenales que también tenemos playas.
Ilicitana si me dejas,
cuanto termine el concierto
quedamos en la Glorieta.
Y que nos dé por la mañana,
con cerveza en el Flaherty's y la copita en Malasaña.
Te invito a un arroz con costra,
con cositas de la huerta en mi campo de Matola.
Que ya se apagan las luces,
comienza la Nit de la Alborada,
los cohetes en el cielo, suena el himno del Misterio, la Asunción iluminada.
Aromas ilicitanos,
cantando desde los balcones
y desde Santa María,
la Palmera que más brilla enciende los corazones.
La noche que se hace de día,
la tradición que se cumple y nos comemos la sandía.
Y el Elche está de enhorabuena
porque va a cumplir cien años
y lo hacemos en primera.
Las puertas de par en par,
suena el órgano en la Vespra,
las puertas del cielo se abren
la bajada del ángel, la palma a María le entrega.
Los apóstoles, sus velas,
Santo Tomás que la mira,
cae una lluvia de oro, coronada, suena el coro y el corazón se salía.
Y la Virgen sube al cielo,
y en la ciudad se hace un grito,
¡Viva la Mare de Déu!
Y ahora que te tengo y que tú me tienes,
ya no nos soltamos mi Dama de Elche.
El Palacio de Altamira,
el museo una pasada,
pero que la Dama de Elche la traigan de vuelta a casa.