Algunos refugiados ucranianos han declarado ante la Guardia Civil atrocidades vividas que no podemos imaginar
Desde que las tropas rusas invadieran Ucrania se han otorgado ya en la Comunitat Valenciana un total de 23.384 protecciones temporales a ucranianos que han huido de la guerra
València
En Hoy por Hoy Locos por Valencia volvemos a hablar con Pablo Gil, cónsul honorario de Ucrania en la Comunitat Valenciana, cuando se cumplen 104 días de la invasión rusa y del inicio del éxodo de millones de personas, algunas de ellas acogidas en València.
Gil, nos cuenta que ahora los problemas son distintos. Si la primera vez que hablamos la preocupación era el traslado y acogimiento de los refugiados, la escolarización de los niños y la atención sanitaria, ahora hay que ocuparse de seguir recolectando ayuda y se siguen necesitando recursos públicos.
La gratitud hacia el pueblo valenciano es enorme. Ayuntamientos, ONG’s, parroquias y particulares se volcaron desde el primer momento con todo tipo de ayuda a los 25.000 refugiados que han llegado a la Comunitat.
Aunque algunos han vuelto a su país en las últimas semanas, el cónsul recomienda no hacerlo puesto que Ucrania sigue siendo un país en guerra. La percepción del riesgo puede ser diferente, pero incluso ayer, se bombardeó de nuevo Kiev.
Por suerte, en esta guerra ‘moderna’, las comunicaciones de los refugiados con sus familiares en Ucrania siguen siendo posibles. Lo que no debemos hacer es acostumbrarnos al conflicto dejando que decaiga la solidaridad. Quizá ahora sea más necesaria puesto que la llegada de alimentos a las zonas en conflicto es mucho más complicada.
Gil, que ha sido testigo de las declaraciones que algunos refugiados han realizado ante la Guardia Civil, confirma que las atrocidades que muchos han vivido son peor de lo que podamos imaginar. Hoy mismo la Unión Europea ha acusado a Rusia de utilizar la violencia sexual como arma. Según Gil, la única solución es que esto no vuelva a suceder. No se puede mandar el mensaje de que un país puede lograr un territorio por la fuerza.
Por cierto, el Consulado también ha creado un grupo de difusión, a través de la aplicación móvil Telegram, como canal de comunicación directo con la población ucraniana residente, y ya ha superado los 8.000 inscritos. Toda la información de servicio trasladada está escrita y se difunde en idioma ucraniano, permitiendo saltar la barrera que supone en muchos casos la comprensión de la información a la que accede este perfil de población.
Hoy mismo, los jurados de los Premios Jaume I reunidos en València, entre los que hay veinte premios Nobel, han exigido ‘tras más de tres meses de atrocidades’ en Ucrania la ‘negociación inmediata de un alto el fuego’ y el compromiso de ‘no utilizar jamás armas nucleares que conducirían a la devastación total de la vida humana en el planeta’.