Escepticismo justificado
Javier Llopis, periodista

Javi Llopis, periodista

Por extraño que parezca, la noticia de que ADIF va a invertir 150 millones de euros en la modernización de la línea Alcoy-Xàtiva no ha levantado oleadas de entusiasmo popular. Estamos ante la inversión más importante en la historia del tren y si me apuran, ante la inversión pública más importante en la historia de estas comarcas. Por explicarlo de una manera comprensible, 150 millones de euros son lo que costaron tres tramos de autovía central. Pues nada, en vez de euforia y de celebración, este anuncio de obra pública ha sido acogido con una mezcla de silencio y de incredulidad, que resulta muy complicada de explicar.
La pregunta es inevitable ¿qué extraña dolencia hace que los alcoyanos nos tomemos con tanto escepticismo un acontecimiento aparentemente tan importante?.
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La Columna (17/06/2022) Javier Llopis, periodista
La respuesta es de cajón. Las administraciones públicas llevan casi 40 años tomándonos el pelo con este tramo ferroviario. Desde la década de los ochenta del pasado siglo, hemos visto de todo: ambiciosos convenios que no se cumplen, planes de inversión que se disuelven en el olvido y hasta partidas presupuestarias perfectamente definidas que desaparecen de los presupuestos sin ejecutarse. Gobiernos de todos los colores políticos nos han engañado miserablemente y con una insistencia rayana en la caradura. Durante casi 40 años, el único compromiso que se ha cumplido con el tren es el de mantener la línea abierta aunque fuera reduciéndola a su mínima expresión.
Por si esto fuera poco, conviene recordar que desde el pasado mes de mayo estamos en año electoral. El tren es uno de esos temas que permanecen dormidos durante toda una legislatura y que resucitan conforme se acerca la cita con las urnas. La presentación de este plan de mejora de la línea –protagonizada por el alcalde y el vicealcalde y sin ningún aporte de detalles sobre las características del proyecto- es una presentación claramente política y está envuelta con todas las dudas que envuelven a los actos de campaña.
Aunque no hay un motivo especial para pensarlo, habría que hacer votos a Santa Rita, patrona de los imposibles, para que esta vez sí fuera la buena, para que este anuncio de inversión en la línea Alcoy-Xàtiva se convierta en una realidad. Estas comarcas, marginadas en todos los planes ferroviarios de AVEs y comunicaciones, se merecen tener un tren moderno y en condiciones, lo que no se merecen de ninguna forma es que las sigan toreando con nuevas maniobras electoralistas vacías de contenido.




