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El 11% de los anuncios de sexo pagado en Internet de España están en la Comunitat Valenciana

La conselleria de Justicia publica en su web el estudio de Antonio Ariño sobre la prostitución en la Comunitat Valenciana. El libro se puede descargar en PDF

Prostitución / EUROPA PRESS

València

La Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública ha publicado en su página web -en formato PDF y de descarga libre- el estudio del catedrático de Sociología de la Universitat de València Antonio Ariño “La prostitución en la Comunitat Valenciana. Una mirada sociológica”, que fue presentado el pasado 21 de diciembre por la consellera Gabriela Bravo en el marco del Foro Valenciano para la Abolición de la Prostitución.

Este informe forma parte de la estrategia valenciana para la erradicación de la prostitución que, desde hace algo más de un año, fomenta la consellera Gabriela Bravo. Fruto de esta iniciativa, además de los estudios, se están llevando a cabo proyectos como las reformas de las leyes de Espectáculos y Carreteras de la Comunitat Valenciana para sancionar a los clientes y proxenetas. También se ha elaborado un modelo de ordenanza abolicionista que se ha puesto a disposición de los ayuntamientos.

El libro, encargado por la Dirección General de Reformas Democráticas y publicado por la editorial Tirant Humanidades, revela que el 11% de los anuncios para la compra de sexo en España están geolocalizados en la Comunidad Valenciana, convertida en un "corredor mediterráneo de la prostitución 2.0" solo por detrás de Madrid y Baleares. De los 443.151 anuncios publicados en seis de los principales portales web, 52.071 remiten a ubicaciones en la costa valenciana y, especialmente, en la provincia de Alicante. Estos seis portales web referencian más de 1.700 pisos que se suman a los 164 prostíbulos que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen identificados como tales entre las tres provincias.

En la investigación se trazó también un perfil del consumidor de prostitución que corresponde a un hombre, consumidor habitual de pornografía que entiende que puede comprar sexo porque lo necesita, lo que da a la prostitución “un carácter coactivo y coercitivo”.

El estudio pone de manifiesto que la inmensa mayoría de las personas demandantes son hombres y la inmensa mayoría de las personas prostituidas son mujeres, lo que implica que la prostitución “expresa la desigualdad de género imperante en la sociedad”.

También la inmensa mayoría de las mujeres en situación de prostitución pertenecen a estratos sociales más bajos que los de los demandantes, tanto en el nivel socioeconómico como en el cultural-educativo, lo cual expresa desigualdad de clase e incluso étnica porque se ha producido un desplazamiento y sustitución de las mujeres “nativas” (procedentes de migraciones internas desde el mundo rural a las ciudades) por las “migrantes” de terceros países, que pertenecen a zonas y familias en clara posición social de desventaja, pero que, además, sufren el estigma de la diferencia étnico-cultural.

El texto íntegro del volumen es de acceso libre y se puede descargar en el siguiente enlace: https://bit.ly/39yI1OT”