¿Qué queremos, unas hogueras pequeñitas y excluyentes o unas hogueras abiertas, en las que quepa quien quiera?

Alicante

Hoy comienza la semana grande de les Fogueres, unas fiestas deseadas y especialmente emotivas.

Los días previos han estado marcados por algunas reflexiones sobre el futuro económico de la fiesta; algo pertinente. Y también, por alguna polémica innecesaria, pero de calado. Y me refiero en concreto a la protección de la fuente de Luceros.

Al respecto, todos nos deberíamos plantear si queremos unas hogueras pequeñitas y excluyentes o unas hogueras abiertas, en las que quepa todo el que lo desee. Siempre serán mejor unas hogueras 'a lo grande'. Unas fiestas que integren y que no separen, en las que no nos obliguen a elegir entre mascletás y la protección de nuestro escaso patrimonio artístico. Además, ¿por qué nos obligan a elegir cuando queremos tener las dos cosas? ¿Por qué siempre caemos en el mismo error? Las hogueras no deben ser un ariete contra nadie.

Ya vivimos en una sociedad bastante polarizada como para que también diferenciemos entre buenos y malos festeros.

Las Hogueras tienen el origen que tienen, no tienen una historia ancestral, pero son las principales fiestas de Alicante, con lo cual, la obligación que todos tenemos es cuidarlas y hacerlas cada vez más amplias, más compartidas y más inclusivas. En todos los sentidos.