Lo importante es apoyar a los colegios afectados por el amianto, lo demás es incomprensible y poco responsable

Alicante

Es comprensible el malestar de las comunidades educativas de los colegios Azorín, Tossal y Emilio Varela. De poco les va a servir que la Conselleria de Educación haya anunciado que va a licitar las obras por la vía de urgencia si tienen que esperar otro año.

Y es incomprensible la decisión de las empresas adjudicatarias. A un par de días para iniciar las obras renunciaron por supuestos sobrecostes. Tampoco les vale a estas AMPA que la Generalitat les vaya a pedir una indemnización y que les amenace con dejarles al margen de los concursos de obras públicas.

También es incomprensible que se lleve a pleno esta mañana una declaración institucional exigiendo que se hagan las obras. Todo ello, aderezado con las críticas de la edil de Educación, Julia Llopis, a la que se le podría recordar que si hace un año hubiera colaborado con diligencia para realojar a los conserjes de estos colegios, esto no hubiera pasado.

Pero es baladí regodearnos con lo que sucedió hace un año. Lo importante, antes y ahora, es apoyar a estas comunidades educativas y ponerse a disposición de la Generalitat para acabar con este problema cuando antes. Todo lo demás es incomprensible y poco responsable.