Juan Carlos Márquez, arqueólogo: “La plaza de Arriba tiene los ingredientes para que la gente disfrute de la historia, de su historia”

Elda

La plaza de Arriba nos sitúa en un escenario en el que encontramos las raíces de la villa de Elda. Un lugar de encuentro, de ocio y de negocio. Incluso llegó a albergar un puesto de pescado, alimento poco habitual en la época. Un lugar reconocido, usado, ocupado y transitado durante siglos ( XVI, XVII y XVIII).

Se cuenta que en el siglo XVII se organizó un espectáculo taurino y “sospechamos que se cerró la calle del Toril y que por ahí se procedería a la salida de los animales. No sabemos si el uso fue ocasional”, matiza Márquez.

Una plaza que ha cambiado de nombre a lo largo de su historia: La plaza de Arriba, de Topete (1873-1931), de Alcalá-Zamora (1931-1936), de Juan Mollá (1936-1939), de la Revolución Nacional Sindicalista (1939-1979) o del Sagrado Corazón. “Los nombres de las calles o de las plazas tienen que ver con las orientaciones políticas generales y de la villa”, nos ha recordado Márquez.

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Uno de los principales atractivos visuales de este nuevo espacio público es el mural realizado por los artistas de Doble 13, expertos en la ejecución de murales de grandes dimensiones con un alto nivel de detalle. Los 600 metros cuadrados del mural de la Plaza de Arriba le convierten en el más grande de la provincia de Alicante. El diseño recrea la villa de Elda en su momento de esplendor en los siglos XVI, XVII y XVIII y simula un día de mercado que se celebraba en este mismo emplazamiento, en el eje que conectaba el Castillo y la iglesia de Santa Ana. Márquez, sobre el mural matiza: “El mural es arte inspirado en la historia”.