Alicante

Con la temperatura del mar Mediterráneo superando los valores habituales del mes de agosto sobre todo en la parte occidental, y las aguas alcanzando los 30 grados, el medio marino se resiente.

Según datos de AEMET, la temperatura del Mediterráneo ha subido entre 2,5 y 4 grados respecto a los marcadores habituales en esta época; una circunstancia de la que se han percatado los bañistas, pero también los pescadores.

El calentamiento de las aguas, unido a la pérdida de oxígeno y la acidificación suponen efectos muy perjudiciales en la biodiversidad y los ecosistemas.

Desde la Federación de Cofradías de Alicante, su secretario Juan Mulet constata que ese aumento de temperaturas, unido a la proliferación de plásticos en el mar, está provocando una merma en las capturas. Sobre todo en el llamado "pescado de tierra", que no se encuentra en el fondo como pueda ser el marisco.

Consecuencias de este aumento de temperatura del mar son también la proliferación de algas y medusas en las playas y las noches tropicales, debido a la escasez de brisa y al incremento de la humedad en el aire.

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También el riesgo de que la llegada de una DANA o gota fría, junto a la alta temperatura del mar, ayuden a la formación de nubes "muy enérgicas" que propiciarían lluvias torrenciales.

ASAJA critica el trasvase "insignificante" aprobado por el Ministerio

Y con este verano anormalmente cálido, los agricultores viven también en la incertidumbre tanto con respecto al agua de regadío, como con muchos de los cultivos.

Desde ASAJA consideran que el trasvase de 10 hectómetros cúbicos autorizado por el Ministerio, que deja solo 2,5 hectómetros para explotaciones agrícolas, es "insignificante" y fruto de una postura conservadora por parte del Ministerio. Y lo peor es el futuro incierto que representa a medio plazo para los embalses, dice su presidente en ASAJA, José Vicente Andreu, ante la proximidad de un fin de año hidrológico afectado en las reservas.

Y ello con unas temperaturas muy elevadas a las que agosto no está dando tregua alguna, y que estresan cultivos como la granada, el melón o la uva que estaba empezando a madurar ahora, explica Andreu.

Todo lo cual provoca una gran situación de incertidumbre y que las perspectivas estén puestas "en un otoño rico en lluvias".

Un trasvase, por cierto, que desde la Diputación también han criticado.

La responsable de Ciclo Hídrico, Juana Serna, considera que "el Gobierno de Sánchez consuma un nuevo ataque a la provincia reduciendo de forma arbitraria el trasvase ante la pasividad de Ximo Puig" y que con esos 2,5 hectómetros cúbicos, los regantes se ven abocados a la ruina.