Después del temporal del pasado viernes, es hora de hacer balance de daños y reparar los desperfectos. La tormenta del pasado viernes noche, en la que la Safor se vio afectada especialmente por las fuertes rachas de viento, dejaba en Gandia múltiples desperfectos. Entre ellos en el restaurante Ripoll, en la playa de Gandia, que vivía así el momento en que las ráfagas de aire rompían los cristales. Fue un verdadero milagro que en el Ripoll, en pleno servicio, cuando se rompieron los ventanales no se produjera ningún herido. Además de este hecho tan impactante, en Gandia y comarca han sido muchos los parques y jardines que se han visto afectados. Contenedores caídos, ramas y árboles por el suelo… es la estampa con la que amanecía el pasado sábado Gandia después de la tormenta. De hecho, el parque de l’Alqueria Nova y el Joan Fuster fueron cerrados al público mientras una delegación de parques y jardines comprobaba que no había peligro de accidentes. Por cierto, que la tardanza de los servicios de limpieza ya que algunos grandes árboles y ramas caídos, incluso en céntricas zonas como la RENFE de Gandia, eran retirados todavía esta mañana y los parques permanecían cerrados todavía a primera hora de hoy, ha despertado la críticas de algunos vecinos como recogíamos en la sección de A quien corresponda de nuestro magazine.