Puerta grande o incineración
Quico Catalán no ha logrado las ventas necesarias que corrijan la enorme deuda que generó en los dos últimos ejercicios y además ha perdido activos deportivos de forma gratuita como Morales

El nuevo entrenador del Levante, Mehdi Nafti,(C), junto al presidente del club, Quico Catalán (d), explicó este lunes que el equipo que espera la próxima temporada será un conjunto de Segunda División y no "uno de Primera en Segunda. EFE/Adolfo Benetó/LUD/SÓLO USO EDITORIAL/SÓLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO) / Adolfo Benetó/LUD (EFE)

Valencia
En el argot taurino se enfatiza con el término ‘Puerta grande’ a la salida en hombros de la plaza para aquellos toreros que han cuajado una enorme faena, reconocida por el público y premiada por la presidencia con la entrega de orejas y hasta en ocasiones el rabo de los astados.
Y como dicen los entendidos, hasta el rabo todo es toro y eso es lo que hizo el Levante UD en los últimos días de mercado. Apuró los tiempos de las negociaciones, se ajustó la montera y arriesgó hasta la taleguilla para completar su mejor plantilla en el intento de recuperar en tan solo nueve meses la categoría perdida.
El trabajo del director deportivo, Felipe Miñambres y del presidente, Quico Catalán se tendrá que valorar cuando veamos al equipo competir en su magnitud porque le han faltado muchas piezas en las tres primeras jornadas, con jugadores que todavía no han alcanzado su verdadero nivel físico y algunos que ni tan siquiera pudieron debutar.
No obstante, el objetivo al inicio del mercado era vender por un mínimo de 10,5 millones de euros netos para no cerrar otro ejercicio con pérdidas y no se consiguió.
Con los traspasos en agosto de Bardhi, Roger, Melero, Malsa, Aitor, la cesión de Dani Gómez, el ahorro de los salarios de Giorgi y Blesa, haber conseguido la confianza por varios años de los patrocinadores y meterle mucha ingeniería financiera al asunto, ha logrado salvar otro 'match ball' con el Fair Play para inscribir en las últimas horas del mercado a todos sus futbolistas. No era una empresa fácil porque el club ha realizado ocho fichajes y por Bouldini pagó un traspaso al Fuelabrada.
El problema fundamental es que no ha conseguido cerrar ninguna gran operación con De Frutos pese a la insistencia del Getafe, ni con Campaña que sigue esperando su gran oferta o con el anhelado Jorge Mendes que sigue sin aparecer con un traspaso real por Rubén Vezo.
Quico Catalán, no ha logrado las ventas necesarias que le permitan corregir la enorme deuda que generó en anteriores ejercicios. Además, ha perdido activos deportivos de forma gratuita como Morales y ya veremos si en enero podrá vender a Campaña o también lo daremos por amortizado. Todavía habrá alguien que aplaudirá la gran gestión con el ’24’ porque solo le pagamos medio millón a la Sampdoria.
Dijo Quico Catalán, tras el paripé de examen ante el Patronato de la Fundación, que a finales del mes de julio anunciaría el proyecto deportivo y económico para las cinco próximas temporadas, con independencia de sí se presenta a una reelección. Ya estamos en septiembre y sobre su futura candidatura no tengo dudas.
Llegados a este punto, yo le recomendaría que se lo guarde en un cajón y espere a junio para mostrarlo al mundo granota porque el proyecto de club cuelga en su globalidad del ascenso a Primera división o el cuadernillo no valdrá ni para envolver bocadillos.
Si me permiten el paralelismo con el mundo de la tauromaquia, el matador sabe que está en el centro de la plaza y que el bravo zaino cornalón que tiene delante es para una faena de puerta grande o terminar en la enfermería. En clave granota, el paso por la enfermería nos lo saltamos y directamente nos vamos al crematorio.

José Manuel Alemán
Redactor de Deportes en Radio Valencia




