Una lanza por el sector turístico de la Costa Blanca

Alicante

Pese a sus contradicciones, hay que romper una lanza por el sector turístico de la Costa Blanca. Durante la anterior crisis ya fue el clavo ardiendo al que se agarró la economía provincial y, una vez superada la pandemia, esa tormenta perfecta que le lanzo un torpedo a su línea de flotación, ante los nubarrones del otoño y del invierno, se vuelve a presentar como nuestra tabla de salvación.

Al turismo, y en especial al sol y playa, hay que seguir cuidándolo, su pujanza es tremenda, obviamente, sin olvidarnos de seguir diversificando nuestra economía.

Y cuando hablo de cuidarlo, me refiero a que no podemos ver solo con una complacencia cortoplacista cómo se alargan las temporadas altas. Este verano también hemos tenido 45 días tórridos, con una tremenda ola de calor que obliga a todas las ciudades a empezar a pensar qué medidas deben tomar para protegerse y refrescarse. A medio plazo el calentamiento global es nuestra peor amenaza.

Afortunadamente, responsables turísticos, como el secretario autonómico, Francesc Colomer, entienden que en este sector esta "prohibido hablar de éxito".