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Sociedad

ASAJA crea la asociación Olis d’Alacant para poner en valor el cultivo del olivar de la provincia

Las principales almazaras privadas y cooperativas de la provincia se unen a este colectivo que busca la promoción del olivar y desarrollar la creación de una figura de calidad

La asociación Olis d'Alacant se dio a conocer en la inauguración de la jornada sobre "La agroeconomía en el cutivo del olivar" en Cocentaina. / ASAJA

Cocentaina

Asaja ha creado la asociación d’Olis d’Alacant, integrada por las principales almazaras privadas y cooperativas de la provincia de Alicante, entre ellas, Almazara El Tendré, Señoríos de Relleu, Ribes Oli, Almazara Millena, Beneoliva, L´Alquería, Coop. Font Negre, Socapma, Cooperativa Católica de Cocentania, Cooperativa las Virtudes de Villena y Cooperativa San Cristóbal de Cañada, entre otras, con dos objetivos iniciales: trabajar en la promoción y diferenciación en términos de calidad del aceite de oliva virgen extra y, en segundo lugar, desarrollar la creación de una figura de calidad bajo el nombre Olis d’Alacant, que en el futuro pueda constituirse como marca de la CV, Indicación Geográfica Protegida o Denominación de Origen que ampare los aceites de calidad de la provincia de Alicante.

Así lo anunció este jueves José Vicente Andreu, presidente de ASAJA Alicante, durante la inauguración de la jornada La agroeconomía en el cultivo del olivar que se celebró en Cocentaina. Andreu, reconoce que el gran desafío del sector es mejorar los ingresos de los agricultores. “No podemos hablar de recuperación de la agricultura, no podemos hablar de evitar la despoblación, no podemos hablar de la incorporación de agricultores jóvenes al campo si no se garantiza un precio que nos permita hacer rentable nuestras explotaciones”.

La agroeconomía en el cultivo del olivar

Durante la jornada celebrada en Cocentaina, Lorenzo Chinchilla realizó un análisis económico-productivo del olivar en la Montaña de Alicante. Según explicó el economista, técnico-agronómico de ASAJA Alicante y profesor de la UMH, existen varias dificultades para el desarrollo del cultivo del olivar en la provincia de Alicante y la montaña en particular: el problema de la escasez de agua; los bajos precios percibidos por los agricultores; el incremento de los costes fijos y variables y la orografía del terreno y la atomización de las parcelas, que dificultan pasar del olivar tradicional a olivar intensivo o superintensivo. Ahora bien, el olivar tradicional, por su valor paisajístico, ambiental, cultural, social y económico es un cultivo atractivo que continua atrayendo inversiones de carácter productivo a la montaña de Alicante, afianzando población, disponiendo en su territorio de cooperativas y almazaras que permiten la producción de aceite con un prestigio y una calidad reconocida, orientada hacia la producción ecológica con vocación exportadora.

En este sentido, las cifras hablan por sí solas: en los últimos cuarenta años, la superficie cultivada en la provincia de Alicante ha caído en picado en un 46% (250 miles de hectáreas en 1982 a unas 135 en 2021), según datos de la Conselleria de Agricultura. No obstante, esta tendencia claramente bajista no se ha reflejado en el olivar: el cultivo se ha mantenido en las 25 mil hectáreas durante el mismo periodo, incluso incrementándose ligeramente en los últimos años. “Cada vez hay más olivar”, ha afirmado Chinchilla. Por ejemplo, en El Comtat, de cada cuatro hectáreas, tres son de olivar.

La producción de olivas también se ha duplicado en la provincia de Alicante durante los últimos cuarenta años: en los años ochenta rondaba las 20 mil toneladas y a partir de 2017 supera las 40 mil. Por tanto, “si tenemos la misma superficie y producimos más, significa que somos más eficientes”, ha manifestado Chinchilla.

Al mejorar la producción y mantenerse los precios -en este cultivo no han sufrido grandes variaciones-, el valor económico estimado de la producción de oliva ha aumentado en más de un 50% en los últimos once años, pasando de 10,90 en 2010 a 23,85 millones de euros de facturación en 2021.

Aceite de oliva virgen extra

En la provincia de Alicante se producen 6.000 toneladas de aceite virgen extra (AOVE), lo que supone alrededor de un 50% de la producción total de dicho aceite de calidad en la Comunidad Valenciana. Asimismo, los datos desvelan que los precios -a pesar de ser bajos- experimentan un ligero repunte este último año (2,62 euros/kg en marzo de 2021 a 3,42 en marzo de 2022). Dicho incremento se debe, según el técnico de ASAJA, a un aumento de la demanda y de la exportación. “La extrema calidad de este aceite debe conllevar un aumento de los precios, ya que en ocasiones los productores no cubren los costes”, lamentan desde la asociación.

Miguel Abad, consultor técnico de Oliviultura, indicó en su ponencia sobre la visión de que la calidad que no se paga es la condena del olivar, que “la mejora del conocimiento sobre el cultivo, la apuesta por el olivar tradicional y la exploración y segmentación de nuevos mercados impulsan la mejora de la productividad del sector del olivar”. Además, incidió en la necesidad de implantar estrategias comerciales centradas en la calidad de nuestro producto. “El consumidor español quiere aceites de oliva de calidad, pero desconoce lo que es la calidad aplicada a los aceites de oliva”. En este sentido, el experto hizo hincapié en la importancia del conocimiento del consumidor objetivo y la necesidad de hacer partícipe al cliente de un proyecto de proximidad y familiaridad como es el cultivo del olivar de nuestra montaña.

Por su parte, Enrique Moltó, del Centro de Gastronomía del Mediterráneo UA-Dénia Gasterra, habló del oleoturismo como una opción más para mejorar la viabilidad del olivar tradicional. En este sentido, defendió la necesidad de impulsar el turismo gastronómico integral en torno a este cultivo. “No basta con organizar visitas a una almazara o consumir AOVE en un restaurante que promueva este producto alicantino, pues eso sería quedarse solamente en una parte del proceso”. En este sentido, sugirió la posibilidad de fomentar experiencias turísticas desde la producción hasta su comercialización. “En mi opinión es fundamental aportar la visión del productor primario”. Aunque algunas almazaras privadas están empezando a ofrecer este tipo de agroturismo más completo, Moltó considera que es preciso que las cooperativas se movilicen para fomentar este tipo de experiencias, donde el consumidor final pueda conocer de primera mano la labor del agricultor y su pasión por un cultivo tan característico como el de nuestra Montaña”.

Sobre las ventajas del olivar de la provincia de Alicante, el experto destacó su riqueza paisajística, por la orografía del terreno, que “se desarrolla aterrazado en lugar de en lomas, como en otras zonas”. Además, al estar integrado en zonas forestales es un cultivo que bien cultivado actúa como cortafuegos en caso de incendios.