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La Columna de Carlos Arcaya

... y Ximo Puig respiró

La derrota de Ana Barceló en las primarias se hubiera entendido como una reprobación interna al actual presidente de la Generalitat

La Columna de Carlos Arcaya: «... y Ximo Puig respiró»

Alicante

Uno de los que más aliviados respiró tras conocer que Ana Barceló vencía con holgura en las primarias para convertirse en la candidata socialista a la Alcaldía de Alicante tuvo que ser Ximo Puig. Su derrota se hubiera entendido como una reprobación interna al actual presidente de la Generalitat, a quien ya empiezan a señalar por las escasas inversiones del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023 en Alicante. Y es que no sería la primera vez que las primarias las carga el diablo y el tiro sale por la culata, en este caso, del secretario general del PSPV.

A la hora de hacer campaña y de mostrar un proyecto homogéneo son importantes las afinidades y la consanguinidad, incluso entre miembros de un mismo partido. En ese sentido, Puig con Barceló lo va a tener más fácil para amoldar propuestas y ensamblar mensajes en la capital de una provincia clave para mantenerse al frente del Consell.

Por su parte, Barceló, que es conocida por su gestión al frente de la Conselleria de Sanidad durante la pandemia, con muchas más luces que sombras en comparación con otras autonomías, también debe hacer su parte del trabajo. A pie de calle, tiene siete meses y pico para convencer a los alicantinos de que es una alternativa creíble para gobernar Alicante.