Una mujer de Elche pide controles de alcoholemia y drogas a los conductores profesionales y endurecimiento de las penas en caso de accidente con resultado de muerte
Su marido, el político ilicitano Sergio Rodríguez falleció en agosto en un accidente de tráfico causado por un conductor que dio positivo en drogas
Elche
Maria Bonmatí Amorós es la viuda de Sergio Rodríguez, un político ilicitano que falleció en un accidente de trafico el 1 de agosto a los 33 años. El conductor de un camión que conducía bajo los efectos de cocaína y psicofármacos invadió su carril y colisionó frontalmente contra él causándole la muerte en el acto. Tenia dos niñas de 2 y 1 años.
María Bonmatí, lleva desde entonces intentando que lo que le ha ocurrido no vuelva a pasar. Que una familia se vea privada de un marido y un padre por la conducta peligrosa e irresponsable de otra persona, en este caso un conductor profesional. " No lo hago desde el rencor sino desde la necesidad de que esto no le pase a nadie más."
Bonmatí ha declarado que “no podemos perder una vida por la irresponsabilidad de otros. Estoy convencida de que Sergio querría que hiciéramos lo posible para evitar que un accidente como el que él sufrió, provocado por un conductor que iba cargado de cocaína, vuelva a suceder. Por ello, voy a dedicar todo mi esfuerzo para impulsar una iniciativa legislativa para establecer la obligatoriedad de realizar controles de alcohol y drogas a los conductores profesionales de vehículos de transporte de mercancías y pasajeros, e incrementar las penas a quienes conduzcan bajo los efectos de sustancias estupefacientes”
María Bonmatí ya se ha reunido con la Confederación Nacional de Transportes de Mercancías -concretamente, con Manuel Pérez Carro, secretario general de la Federación de Murcia y miembro del Comité Ejecutivo Nacional-, y cuenta con el apoyo de la patronal del transporte para esta iniciativa, que pretende establecer todas las medidas encaminadas a prevenir que puedan producirse accidentes como consecuencia del consumo de alcohol o drogas por conductores profesionales.
Bonmatí ha declarado que “voy a mantener reuniones con todos los partidos políticos para que se sumen a esta iniciativa, y se incrementen las penas y las medidas preventivas”. Ya ha contactado con los grupos políticos del Partido Popular y del PSOE en el Congreso.
En la actualidad la muerte causada por un conductor que ha bebido, ha tomado psicofármacos en exceso o se ha drogado, está calificado de homicidio imprudente, con penas de 1 a 4 años. Bonmatí pide le incrementar las penas y que en vez de homicidio imprudente de califique como homicidio doloso.