La modernización de la justicia (y de sus infraestructuras)

Alicante

Al margen de la destitución fulminante de la consellera de Agricultura, Mireia Mollà -habrá que ver las consecuencias que tiene para Compromís y para el futuro del Botànic-, otra consellera es noticia esta mañana. Me refiero a Gabriela Bravo, quien se congratulaba ayer de que se puedan iniciar antes de que finalice el mandato las obras de la Ciudad de la Justicia de Alicante.

Hay que recordar que la nuestra es la única de las grandes ciudades -incluidas València, Castelló y Elx- que carecía de un recinto de estas características.

Sucesivos gobiernos autonómicos han sido incapaces de poner en marcha una obra destinada a acabar con las deficiencias y la dispersión de administraciones judiciales. Todo lo cual es bueno para los profesionales de la justicia y para los ciudadanos, que tienen que pasar por unos procesos que nunca son deseados.

Ahora, la modernización de la justicia para hacerla "más cercana, eficaz, rápida y moderna", como anunció la ministra Pilar Llop, sigue siendo una necesidad urgente y es algo que va más allá de tener unas adecuadas infraestructuras.