Alcaldes que hacen crecer a su ciudad y alcaldes que sostienen la vara de mando con más pena que gloria

Alicante

Muchos políticos aseguran que el cargo más bonito al que puede aspirar una persona con esta vocación es la alcaldía de la ciudad en la que ha nacido. Lo que ocurre es que esta responsabilidad es muy reveladora de la persona que lo ocupa y, rápidamente, hace que se le vean las costuras. Ser alcalde o alcaldesa es un puesto especialmente sacrificado y sirve para medir la talla política de quien asume esa responsabilidad.

Toda ciudad ha tenido un alcalde o una alcaldesa que la ha hecho crecer y no me refiero solo al tamaño o al número de habitantes. Y toda ciudad ha tenido alcaldes o alcaldesas que no han aportado nada o casi nada y que han sostenido la vara de mando con más pena que gloria.

Mañana, en Alicante, se celebra un foro de alcaldes sobre la zona de bajas emisiones y la movilidad en la que estará presente el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien lleva más de veinte años en el cargo, ha modernizado su ciudad y con 80 años, se va a presentar a la reelección.

Estamos a siete meses de las próximas elecciones municipales y es un buen momento para plantearnos -al margen incluso, de ideologías- qué tipo de munícipes tenemos, si son líderes que tienen una mirada colectiva a medio plazo, escuchan con empatía a sus conciudadanos y se ganan su confianza día a día.