Bejís se planta contra la "basuraleza"
Cientos de personas han conseguido recoger cerca de 10.000 kg de residuos en la zona afectada por el incendio forestal
Entrevista a Ángel Gil, vecino de Bejís y miembro de Oriwa, en A Vivir Castellón
Castelló
A pocas semanas de que se cumplan tres meses del incendio más grave en la provincia de Castellón en las últimas décadas, el silencio premia en la zona, pero los vecinos y afectados no descansan para recuperar todo lo que se ha perdido. En concreto, cerca de 20.000 hectáreas.
Más de 200 personas han participado este domingo 6 de noviembre en Bejís en la primera recogida de "basuraleza", en la zona afectada por el incendio forestal del pasado verano, donde se han recogido cerca de 10.000kg de residuos, entre los que se han encontrado "todo tipo de objetos".
La recogida está organizada por Oriwa, una asociación creada por los vecinos de los pueblos afectados que quieren impulsar los proyectos de reforestación y recuperación de toda la comarca.
Ángel Gil, miembro de Oriwa y vecino de la localidad, explica en el programa A Vivir Castellón que el objetivo es crear un nuevo bosque, eso sí, de la mano de las administraciones, por lo que pide colaboración.
El punto de reunión para el voluntariado que se ha unido en la actividad es la Plaza del Ayuntamiento de Bejís. Desde allí han partido en diferentes equipos para limpiar los residuos en ocho zonas con diferentes niveles de dificultad en cuanto a la accesibilidad.
Ángel Gil asegura que están "sorprendidos" por la cantidad de residuos que, tras el fuego, han salido a la luz y que, si de algo ha servido todo esto, ha sido para "devolverle el valor que merece al entorno".
Como ya avanzamos, los municipios afectados por el incendio forestal de Bejís recibirán más de 3 millones de euros en ayudas, unas ayudas que "no palían" el gran problema al que se enfrentan las zonas rurales y que coincide con una de las causas principales de la sucesión de incendios que hemos vivido este verano, según los ayuntamientos afectados; la despoblación.
La gente joven "se va", los campos se abandonan y el monte se convierte en "una selva" que, en los 35 años de este vecino de Bejís, "ya ha ardido tres veces".