El entuerto de los grados de Medicina y de Enfermería

Alicante

La decisión de conceder el grado de Medicina a la Universidad de Alicante ha supuesto la apertura por parte de la Universidad Miguel Hernández de un camino proceloso.

Por una parte, va a presentar un contencioso administrativo contra la decisión de la Generalitat basado en que la creación de este nuevo grado es un exceso de costes por la cercanía entre ambas instituciones y porque mermará la calidad de la enseñanza.

Pero, de forma paralela, la UMH también ha pedido a la Conselleria tener un grado de Enfermeria del que ya dispone la de Alicante. Lo cual, a la vista de los argumentos para oponerse a que Medicina se imparta en la UA, es toda una contradicción.

Evidentemente, la UMH se ha tomado la creación del nuevo grado de Medicina como un agravio, como que el consenso a la hora de conceder titulaciones está roto. Pero la mejor forma de resolver el entuerto no es llevarlo a los tribunales, que cuando dicten sentencia no van a dejar vencedores y vencidos. Solo habrá perdedores.

Tras la pandemia, tanto Medicina como Enfermería son dos grados especialmente demandados por los estudiantes y faltan facultativos en nuestro país. A partir de este punto se puede iniciar un nuevo camino en el que se tenga en cuenta que la buena competencia y la vecindad traen sinergias que benefician a los universitarios y a un territorio que necesita más ejemplos de unión y entendimiento.