47 personas han fallecido en las carreteras de la provincia de Alicante de enero a octubre de 2022, según la DGT

Alicante

La siniestralidad en las carreteras de la provincia de Alicante está experimentado un considerable aumento durante este año 2022.

Según datos de la Dirección General de Tráfico, 47 personas han fallecido por accidente de tráfico en las carreteras de la provincia de enero a octubre, cuando de enero a noviembre del año pasado se registraron 32 víctimas mortales. Este domingo, se conmemora el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico.

En los diez primeros meses del año la DGT contabiliza 2.415 accidentes de tráfico, de los que 1.052 se produjeron en vías interurbanas y 1.363 en vías urbanas. Estos siniestros han afectado a 3.238 personas, de las que 2.953 fueron heridos leves, 238 heridos graves y las 47 víctimas mortales.

La colisión lateral y frontolateral, la colisión trasera y múltiple y la salida de la vía son los tipos de accidentes más frecuentes y la franja horaria donde más siniestralidad se registra es de 7 de la mañana a dos de la tarde.

Desde la Asociación DIA de ayuda a Víctimas de Accidentes de Tráfico, su presidente Francisco Canes recuerda el grave problema que tiene la sociedad con la seguridad vial y ponen el foco en que las administraciones realicen una mayor inversión, tanto en la formación de los jóvenes como en la mejora de la seguridad de los automóviles y el mantenimiento de carreteras, lo que permitiría reducir la siniestralidad.

Francisco Canes, recuerda que hace 20 años la primera causa de mortalidad en las carreteras era la velocidad inadecuada pero que en la actualidad los siniestros por distracciones con el móvil lideran esa lista.

Considera que, en estos momentos, hay una carencia importante de vigilancia para evitar estos accidentes, no tanto para castigar, admite, pero sí para corregir prácticas como el exceso de velocidad o el uso del móvil al volante. También, el consumo de alcohol o sustancias estupefacientes.

Por otro lado, Canes reivindica el derecho a la conducción de las personas mayores aunque también pide vigilar que estas personas cumplan las condiciones psicofísicas para poder conducir.

Recuerda que un accidente de tráfico puede cambiarle la vida a una persona y dejar secuelas graves y permanentes como una paraplejia, tetraplejia o un daño cerebral.