INESCOP lidera un proyecto para convertir los huevos rotos en materias primas renovables para el calzado y la cerámica
En la actualidad, este residuo supone un elevado coste económico para las empresas productoras, además de un impacto ambiental
Elda
El Centro Tecnológico del Calzado (INESCOP) investiga, en el marco del proyecto OVOVAL, cómo transformar los residuos que constituyen los huevos de gallina que se rompen en los centros de embalaje y su conversión en recursos renovables de aplicación en los sectores agroalimentarios, cerámico y de calzado de la Comunidad Valenciana
Según el informe “El sector de la avicultura en cifras”, publicado en julio de 2022 por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Comunidad Valenciana es la cuarta comunidad autónoma productora de huevos con un 9,8% de la producción (110.817 miles de docenas). Según el mismo informe, en 2021, en la Comunidad Valenciana se encontraba el 5,2 % del total de instalaciones de gallinas ponedoras a nivel nacional, con 77 granjas, siendo los huevos rotos uno de los principales subproductos que estas generan.
Aunque en ocasiones, los huevos rotos se utilizan como compost o abono, lo habitual es que se entreguen a un gestor autorizado, con el elevado coste económico que esto supone.
Por ello, el proyecto propone una solución integral basada en un modelo de economía circular que permita transformar este bioresiduo en recursos renovables para el desarrollo de bioproductos y biomateriales de alto valor añadido para diversas aplicaciones industriales. De hecho, con la parte inorgánica del huevo, es decir, con la cáscara, se obtiene un material que se podría emplear como submateria prima en la composición de fritas para baldosas cerámicas o para la fabricación de suelas de calzado.
Por otro lado, con la parte proteica del huevo (clara, yema y membrana) se podrán producir nuevos bioproductos de contenido proteico para el desarrollo de biopolímeros para la industria del cuero, o bioestimulantes de gran interés en la actualidad para reducir el gran impacto ambiental generado por el uso de fertilizantes sintéticos, así como en el desarrollo de cultivos ecológicos.
Los recursos renovables generados contribuirán al desarrollo de nuevos productos sostenibles en los sectores del calzado y la cerámica, permitiendo a las empresas valencianas avanzar hacia la descarbonización de los sectores industriales.
Henoc Aguilar, investigador de INESCOP en La Ventana del Vinalopó
Henoc Aguilar, investigador INESCOP, sobre proyecto OVOVAL