San Mauro también existe

Alcoy

Jeroniet no podía dormir, hacía mucho frío y oía silbar el viento que se colaba por las chimeneas. De repente el suelo empezó a temblar y un sonido estremecedor despertó a todos los que dormían en la sala.

Cubiertos con las mantas de las camas, salieron todos a la calle. La familia de Jeroniet se refugió en el Santo Sepulcro, como muchas otras familias alcoyanas. Los conventos de San Agustín y de San Francisco sufrieron grandes daños con el terremoto.

Los franciscanos sacaron las Sagradas Formas y las depositaron en un olivo en les Eres Noves, allí pasaron la noche orando. A la mañana siguiente los vecinos de Alcoy partieron en procesión hacia ese mismo lugar.

Alcoy estaba gobernado por un consejo que tomaba las decisiones importantes que afectaban a la villa. Decidieron poner en una bolsa los nombres de los Santos de esos días: Santa Bibiana, San Mauro y Santa Bárbara. Tras sacar por tres veces el nombre de San Mauro, se decidió proclamarlo Patrón de Alcoy.

Y dice el acta notarial de 1620:

“agenollanse tots cara al Santisim Sacrament del altar, ab moltes llàgrimes en els ulls, tingueren per bé, volgueren i determinaren, de comú consentiment i concordia de que es vote de hui Avant la festa del Benaventurat Màrtir Sen Mauro”

Hace ya 402 años, nuestros antepasados proclamaron Patrón de Alcoy a San Mauro Mártir, y desde hace 102 años, la Asociación de San Mauro Mártir vela para que los actos de nuestros antepasados no caigan en el olvido.

Jeroniet es el protagonista de “Mauro, un Santo para Alcoy”, y con él, los niños alcoyanos conocen la historia de San Mauro y de Alcoy.

San Mauro Mártir, ayúdanos a superar nuestros terremotos diarios.