Cuidar y que te cuiden: así es el nuevo sistema para combatir la soledad no deseada en València

València

Hace solo unas semanas el Ayuntamiento de València puso en marcha el nuevo contrato de ayuda a domicilio que trata de atender a aquellas personas que más lo necesitan.

Por eso, esta Nochebuena hemos querido conocer un poco más en qué consiste y qué servicios ofrece charlando con sus responsables, con las integradoras sociales, con las técnicas de servicios sociales y sobre todo con quiénes son sus beneficiarias. Y lo decimos todo en femenino porque sí, tanto las usuarias como las personas que trabajan en este sector son mayoritariamente mujeres.

El nuevo contrato ha duplicado el presupuesto y eso ha servido para que de un plumazo se haya terminado prácticamente con la lista de espera. Una lista de espera formada por gente mayor, que normalmente vive sola, que apenas se vale para realizar las tareas más básicas, desde el cuidado personal a las cosas de la casa.

Pero, según explica Lluisa Colomer, la jefa de servicio, el objetivo principal es que (siempre que sea posible) puedan aguantar en su entorno el máximo tiempo posible. Y para conseguirlo se ha ampliado la cartera de servicios y se pone el foco también en tratar de crear vínculos entre todos los usuarios.

Con Lluisa vamos a visitar a Eulalia. Lali, como le gusta que le llamen, tiene 87 años. Vive en un segundo piso sin ascensor en Benimaclet. Con ella está ya Mari Carmen, la técnico sociosanitaria que la atiende durante dos horas de lunes a viernes desde que se rompió la cadera ahora hace cinco años.

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Lleva 25 años viviendo sola, desde que murió su marido. Lo peor sin duda fue cuando pasó el covid. Estuvo muy malita, en casa, sola. No podía levantarse ni siquiera a cocinar. Su hijo le llevaba la comida por las noches y se la dejaba en el portal.

A Lali no se le borra la sonrisa en la media hora larga de visita, pero cuando más se le iluminan sus ojos es cuando habla de su nieto.

Mari Carmen limpia la casa, le ayuda a ducharse, a hacer la compra, se preocupa por su salud, la física y la mental. Todos los días dedican un rato a charlar. Y es que Lali pasa muchas horas sola. En esos ratos, le gusta ver la tele y escuchar la radio, sobre todo música, desde reguetón hasta los clásicos, Marifé de Triana y Concha Piquer.

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Pues tarareando a Conchita Piquer nos despedimos de Lali y marchamos a casa de Carmen. Es un perfil distinto de usuaria. Es más joven. Tiene solo 59 años, pero también necesita ayuda. Padece fibromialgia, ha tenido un cáncer y además en 2017 la tuvieron que operar de urgencia de una disección de la aorta. También le atiende Mari Carmen. Nada más recibirnos nos advierte. Soy muy emocional. Lloro de alegría, de pena. Pero también le gusta reír.

A Carmen le cuesta mucho dormir. No descansa. Afortunadamente tiene la ayuda de Mari Carmen.

Carmen no lo ha pasado bien. Vio morir a su hermano de cáncer con 47 años. Hace cuatro perdió a su madre tras una mala caída en casa. Hace mucho que no puede trabajar, sobrevive gracias a una pequeña pensión.

Y es que Carmen sabe que ahora tiene que vivir a su manera. Aun así, todos de casa de Carmen nos vamos con una lección de vida.

Cuidar a la persona que te cuida. Es algo fundamental, cuidarnos entre todos. Ayudarnos, reñir menos, disfrutar de esta vida. Un magnífico propósito no sólo para estas Navidades. A ver si nos lo proponemos todos de cara al próximo año. Feliz Navidad.

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