La plantilla del CEEM de Bétera denuncia que falta personal y acusa a Políticas Inclusivas de inacción

València

Los trabajadores y trabajadoras del Centro específico de Enfermos Mentales de Bétera (CEEM) denuncian el abandono del centro por parte de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. Critican que falta personal y que las instalaciones están envejecidas y, además, subrayan que hace tres años les hablaron de revertir el servicio y no saben nada desde entonces. Desde la Conselleria reconocen la situación y aseguran que los planes de reversión siguen adelante.

El CEEM de Bétera es un centro público de gestión privada y su licitación debería haberse publicado en 2017, pero no fue así y, por lo tanto, no se han actualizado las condiciones ni las ratios y la plantilla es insuficiente. Así lo denuncia David Nacher, portavoz del Comité de Empresa de Eulen Sociosanitarios, la empresa que ahora gestiona el centro. Nacher asegura que les hablaron de la reversión en febrero de 2020, antes de la pandemia, y no han vuelto a saber nada desde entonces: "Con esa promesa llevamos casi seis años y ni pasa a ser público ni actualizan la gestión. El servicio está anticuado".

Fuentes de la Conselleria de Políticas Inclusivas, encabezada por Aitana Mas, admiten las quejas de la plantilla y defienden que en las próximas semanas se reunirán con ellos para explicarles sus planes para el centro. Se reiteran en lo hablado en 2020: "La reversión sigue hacia delante y está prevista para 2023". Aparte de esto, apuntan las mismas fuentes, el Consell tiene previsto aprobar en marzo el decreto de tipologías, donde se plantean las ratios de las nuevas plantillas.

En el centro de Bétera hay una plantilla de alrededor de 50 personas para dos pabellones, con un total de 80 usuarios, y en las mismas instalaciones, en otro pabellón, se ha abierto otro CEEM, este público, con 40 usuarios y unos 60 empleados, según los trabajadores. Desde el Comité de Empresa, Nacher habla de "agravio comparativo" y reclama que haría falta doblar el número: "Estamos hablando de salud mental y la salud mental y laboral de la plantilla también es importante".

Por lo que respecta a las instalaciones, desde el Comité de Empresa destacan que este verano en las habitaciones se llegaron a registrar 38 grados y los baños no se reforman desde el año 96.

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