Después de dejar en los huesos la sanidad pública en la Comunitat, al PP le va a costar recuperar la credibilidad

Alicante

Desde que los sindicatos dieron la voz de alarma, ni con Ana Barceló ni con Miguel Mínguez la Conselleria de Sanidad ha sido muy pródiga en explicaciones sobre la centralización en València del Centro de Coordinación de Emergencias. No solo no han intentado rebatir las respetables dudas de los trabajadores, tampoco han hecho mucha pedagogía para tranquilizar a la ciudadanía.

Y como tal, el ciudadano Carlos Mazón tiene razón en mostrar su preocupación. Tampoco vamos a discutir la oportunidad política de la protesta, pero sí que llama la atención el argumento del candidato a la presidencia de la Generalitat: mostrar su rechazo al "desmantelamiento de la sanidad pública".

La SER y El País publicamos ayer una encuesta según la cual solo uno de cada tres españoles está satisfecho con el funcionamiento de la sanidad pública y la mayoría pagaría más impuestos para mejorar la atención. Por otra parte, los ciudadanos que viven en autonomías gobernadas por el PP son los que tienen más quejas y la Comunitat Valenciana es en la que los ciudadanos muestran un mayor nivel de satisfacción.

A la vista de lo cual y teniendo en cuenta que los populares, al frente de la Generalitat durante la crisis del 2008, dejaron en los huesos la sanidad pública, les va a costar recuperar la credibilidad. No solo se trata de que Mazón se coloque tras una pancarta.