El Supremo confirma la condena a un hombre que espiaba a su expareja mediante una cámara oculta en Elche

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 4 años de cárcel para un hombre de Elche por cometer un delito de descubrimiento y revelación de secretos tras instalar una cámara de vigilancia en el aparato de aire acondicionado del dormitorio de su expareja para espiarla.

Además, la sentencia incluye un “plus de gravedad” ya que el individuo utilizaba una clave personal a través del router de la víctima para invadir su privacidad. Una situación que duró hasta que ella cambió las contraseñas de acceso a su router.

Fue el pasado mes de septiembre cuando la mujer detectó la existencia de esta cámara y presentó la denuncia. Ya había presentado otras denuncias con anterioridad cuando el acusado instaló un Skype oculto en su ordenador a través del cual, cuando la víctima usaba su portátil, este podría controlar todo lo que hacía, hablaba o incluso con quien se encontraba en el domicilio.

Es por ello que el Supremo afirma que los hechos recogidos en la sentencia constituyen el delito por el que ha sido condenado y señala que la agravación de la pena no se deriva, como pretende la defensa, de la captación de unas imágenes mediante un dispositivo de grabación oculto en el aire acondicionado, sino de la “utilización no consentida” de la clave del router. Por su parte, la defensa, razonaba que la utilización de la clave wifi contó con el consentimiento de la denunciante, dado que ambos habían compartido vivienda durante varios años.

Además de la pena de cuatro años de prisión, la sentencia establece la prohibición del acusado de aproximarse a menos de 300 metros de su expareja, a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro lugar donde se encuentre, así como comunicarse con ella por cualquier medio durante 5 años.